Usted está aquí: jueves 15 de marzo de 2007 Gastronomía Sazones en el Tiempo, opción contra el sabor industrializado

En el norte del DF, antojitos sanos con aire esquinero

Sazones en el Tiempo, opción contra el sabor industrializado

ARTURO CRUZ BARCENAS

Sazones del Tiempo fue inaugurado en septiembre pasado con el propósito de ser una opción culinaria en el norte del Distrito Federal -a un lado del Instituto Politécnico Nacional, cerca del Planetario Luis Enrique Erro-, donde predominan las ofertas que han proliferado la ciudad en centros comerciales. "Aquí la comida es mexicana y tradicional, como la hacía mi abuela", expresó la gerente de Relaciones Públicas del negocio, Elia Gutiérrez.

En entrevista en el restaurante, ubicado en avenida Guillermo Massieu Helguera número 86, esquina Othón de Mendizábal Oriente, colonia La Escalera, expuso que los platillos tienen el aire de los antojitos que se venden en miles de esquinas de la urbe: quesadillas, tacos, dobladas mil, con mucha crema, espesa o ácida, cubiertos de queso rayado, que dan la apariencia de un nevado.

Hay un molcajete que es una delicia. Picante, picante y para cucharear con pedazos de tortilla. El ambiente es familiar; para los niños hay un menú acorde con lo que siempre comen: hamburguesas, pollo, consomé... Y un área de juegos.

Gutiérrez y la dueña, su prima Cristina Gamero, desarrollaron la idea porque "por acá no había un lugar familiar, con sabor casero. Servimos una sopa de fideo con verduras y chipotle, al gusto. Mi abuelita, Isabel Romero, cocinaba muy sabroso, lo mismo que la de mi prima, Manuela Sánchez.

"Ambas eran expertas en la cocina y muchas de las recetas están basadas en las de la familia, como los chilaquiles con salsa pasilla. En la carta, algunos platillos hacen alusión a integrantes de la familia, como el pescado del tío Pepe, consomé Caro, etcétera. Vienen generalmente familias; de lunes a viernes, mucha gente que trabaja en este rumbo, profesionistas, estudiantes.

"Tenemos conexión inálambrica gratuita de Internet, para las laptop. Los alumnos o profesores se conectan, toman un café o comen algo ligero. Alrededor hay colegios particulares y llegan a comer mamás que no quieren cocinar. Algunas piden para llevar."

Las entradas, entre otras, pueden ser del comal: sopecitos de picadillo, pollo o chorizo; molcajetes con tiras de carne asada, fajitas de pollo, cebollitas cambray, queso y nopales asados, con trozos de chicharrón a un lado.

Para reventar, chistorra y botanas. Para la dieta, ensaladas césar, del chef, de espinacas agridulces, de la granja o del mar. Sopas y pastas, como el fideo de la tía, la sopa azteca, arroz con chaperón, consomé de cariño, crema de la negrita, de frijol.

Paquetes de alta demanda

Por si esto no bastara, los platos fuertes, como las verdolagas a fuego lento, lomo adobado, pollo con mole, los citados y degustados chilaquiles con pasilla, carne, pollo o pescado. De lunes a viernes, de 13 a 18 horas, hay una oferta llamada Menú Sazones, de alta demanda por su precio, alrededor de 60 pesos.

Hay quien pide los paquetes por el bajo precio y casi nunca se basan en la carta. "Por las mañanas vienen señoras que ya tomaron su clase de yoga o spinning, o de la tercera edad. No tienen mucho dinero, pero comparten. Hay un tecladista por las mañanas, que ha jalado a mucha gente".

Los Sazones del Tiempo tiene una capacidad para 120 personas. Cada uno de los platillos es supervisado por el chef Enrique Alvarado, quien dijo que "la comida en este lugar sabe... ¡muy mexicana! No se pierden esos secretos tradicionales de la abuelita. Lo difícil es lograr que la gente se acuerde de la sazón. Yo doy un toque de sal, de condimento.

"Cuidamos, medimos, la cantidad de grasa, tanto en las salsas como en las carnes. Las ensaladas van con aceite de olivo y aderezos agridulces. A todos los platillos les damos su tiempo de preparación, para que queden bien. Son muy solicitados los tacos de arrachera, los chilaquiles, las floreadas, que son enchiladas con flor de calabaza."

Garantiza que los ingredientes son frescos. "Esto implica una responsabilidad, pero me gusta trabajar con esa presión. La gente regresa cuando le gustó el sabor. Servimos una crema de champiñones. A mí nunca se me corta la crema, pues la manejo a cierta temperatura. No engañamos; es cosa de salud".

Gutiérrez dijo que una comida mal hecha puede echar a perder el día a una familia entera. "No hay que dejar a alguien con un mal sabor de boca".

Para informes, comunicarse al teléfono 5754-1299. Los cumpleañeros que muestren su credencial de elector no pagan. Hay bebidas alcohólicas a base de ron, tequila, mojitos y cervezas.

 
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