La construcción del muro fronterizo afectará especies en riesgo de extinción, advierte

Analiza México denunciar a EU en La Haya por daño ambiental

"Tiene sus días contados" el berrendo sonorense; oso negro y ocelote, también amenazados

ANGELICA ENCISO L.

México evalúa recurrir a la Corte Internacional de Justicia de La Haya por los impactos ambientales que causará el muro fronterizo que Estados Unidos aprobó construir, el cual afectará especies en riesgo de extinción, como el berrendo sonorense -que "tiene los días contados"-, el oso negro y el ocelote.

En conferencia de prensa, Juan Rafael Elvira Quesada, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), sostuvo ayer que los resultados del taller Afectaciones al medio ambiente por la construcción del muro fronterizo, organizado por el Colegio de la Frontera Norte y el Instituto Nacional de Ecología, se presentarán a autoridades de Estados Unidos.

Precisó que se busca hacer una manifestación de impacto ambiental binacional que proteja los ecosistemas comunes a los dos países y permita encontrar alternativas viables, como muros virtuales o mecanismos de compensación. El propósito es "proteger las especies y que se evite la fragmentación."

Puntualizó que será la cancillería la que defina cuándo se recurrirá a La Haya, y la Semarnat "está en la integración de todos los esfuerzos para llegar a ese fin".

El muro fronterizo, de acuerdo con el proyecto aprobado en Estados Unidos, tendrá una extensión de mil 126 kilómetros, incluye tres vallas de contención, iluminación de alta intensidad, detectores de movimiento, sensores electrónicos y equipos de visión nocturna entrelazados con radiomunicación a la policía fronteriza del país vecino, además de vigilancia permanente con automotores y helicópteros.

La conservación, amenazada

Exequiel Ezcurra, director del Centro de Investigación de la Biodiversidad del Museo de Historial Natural de San Diego, aseveró que expertos de los dos países participaron recientemente en esta evaluación.

Detalló que se trata de distintos hábitats, varios bajo alguna categoría de protección por ambos países. Se incluyen el desierto sonorense y el de Altar, el archipiélago maderense, bosques de pino y encino, humedales del río Bravo y la laguna madre de Tamaulipas.

En la región fronteriza, añadió el experto, se encuentran especies -además de la flora y los insectos- que transitan entre ambas naciones y están en riesgo de extinción, como la codor-
niz de California, el ocelote, el borrego cimarrón, el berrendo sonorense, el perrito llanero, el guajolote mexicano y el oso negro, que ya estaba extinto en Texas, donde volvió a aparecer, ya que se movió de Maderas del Carmen, Coahuila.

Advirtió que la conclusión más importante hasta el momento es que la construcción de un sistema de muros en la frontera "que impida el movimiento de especies tendrá un impacto serio en el medio ambiente y en la biodiversidad; la conservación está altamente amenazada".

Detalló que frente a la riqueza de la biodiversidad en la zona hay reservas "hermanadas" de los dos lados de la frontera.

Advirtió: "el berrendo sonorense tiene los días contados. Urge un programa entre los dos países para salvarlo". Indicó que esta especie utiliza las llanuras del desierto de Altar y tiene un movimiento migratorio, ahora interrumpido por la valla.

"La construcción del muro pone en riesgo elementos importantes de los ecosistemas de la región y los esfuerzos binacionales conjuntos que llevan décadas para recuperar los hábitats."

A su vez, Carlos de la Parra, director del Colegio de la Frontera Norte, destacó que no sólo se afecta a México con el muro, sino también a Estados Unidos, debido a que ambos países conparten especies y ecosistemas. Sostuvo que las opciones al muro van desde cercos virtuales hasta el uso de tecnología de bajo impacto que no afecte la fisiología y la conducta de los animales.

Por su parte, Felipe Arreguín, subdirector general técnico de la Comisión Nacional del Agua, señaló la violación de Estados Unidos al acta 242 del Tratado Internacional de Aguas, que regula la distribución del líquido de los cauces fronterizos.

El documento señala que para cualquier decisión se debe consultar a los dos países, pero esto fue violado con la construcción con cemento de un cauce paralelo al canal Todo Americano, que impedirá la filtración al acuífero de 72 millones de metros cúbicos al año, lo cual afectará los humedales de la Mesa de Andrade.