Carpizo: cumple el Ejecutivo si entrega su Informe y se va

laura poy solano

En México debemos irnos acostumbrando al “verdadero juego democrático” y no hacer un “gran escándalo” ante la posibilidad de que el Ejecutivo federal no pueda rendir su primer Informe de gobierno desde la tribuna del Congreso de la Unión, porque se trata de un asunto “muy secundario que ocurre en todas las democracias el mundo”, afirmó Jorge Carpizo McGregor, catedrático del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Agregó que el tema relevante en la ceremonia del Informe de gobierno “no es si habla o no el presidente de la República desde la tribuna, porque si a un presidente, de cualquier partido, no lo dejan hablar en ese lugar, tiene a los medios de comunicación para hacer llegar su mensaje a la sociedad mexicana”.

En entrevista, después de la presentación de su obra Concepto de democracia y sistema de gobierno en América Latina, aseguró que se cumple con la Constitución “si el Presidente va al Congreso, entrega el informe y se retira”.

No obstante, señaló: “espero que cuando las aguas se calmen, pueda ir al Congreso y cumpla con la labor constitucional de entregar el Informe, dar un corto mensaje a la nación y permitir que los partidos políticos expongan su posicionamiento sobre los temas en los que están o no de acuerdo con el gobierno federal, y abrir la posibilidad para una contrarréplica del Presidente y se acabó”.

Carpizo Mcgregor insistió en que para realizar cualquier cambio a la ceremonia del Informe “no es necesario reformar la Constitución, puede ser reformado a partir de una ley secundaria del Congreso de la Unión”. Aseguró que lo más importante es que la sociedad “escuche el mensaje del Presidente, y no debemos hacer gran escándalo si lo hace o no desde la tribuna”.

Afirmó que los debates de este tipo también pueden resolverse por “costumbre constitucional, como ocurre en Inglaterra, donde estos aspectos no están regulados y se llega a un acuerdo entre las fuerzas políticas, mediante las costumbres. Pero si no se ponen de acuerdo, como ocurre en este caso específico del Informe presidencial, no hay de que preocuparse o alarmarse, esto pasa en todas las democracias del mundo”.