Usted está aquí: domingo 2 de septiembre de 2007 Espectáculos Feroces críticas de ecologista traidor a filme de Di Caprio

Feroces críticas de ecologista traidor a filme de Di Caprio

Dpa

Los Ángeles, 1º de septiembre. El cofundador de Greenpeace Patrick Moore, conocido en el sector ambientalista como el “ecotraidor”, se defiende como ecologista radical. Y sus palabras confirman que sus puntos de vista tienen poco de moderado, incluso comparado con otros miembros de la comunidad “verde”.

El último en probar su veneno fue el documental Hora 11, de Leonardo di Caprio, al cual cataloga como una “rimbombancia del cambio climático”.

La cinta es narrada y escrita por Di Caprio y dirigida por Nadia y Leslie Petersen Conners, y examina cómo la industrialización y el impacto humano han diezmado los sistemas ecológicos.

En una columna publicada esta semana por el diario Vancouver Sun, Moore califica el filme de Di Caprio de táctica de pánico antiforestal. Además, con el título “Un hecho incómodo”, se mofa de la película de Al Gore sobre el calentamiento global.

Moore asegura en el texto que los árboles son poderosos concentradores de dióxido de carbono (CO2) y que cuando éstos se pudren o mueren, el carbono que han absorbido regresa a la atmósfera. En contraste, asegura que un mueble fabricado hace 300 años continúa almacenando el CO2 de dicha época.

Por eso defiende su teoría de que en lugar de cortar menos árboles y utilizar menos madera se debe hacer todo lo contrario. “Lo que deben promover Di Caprio y (activistas como Tzeporah) Berman es el crecimiento de más árboles y la utilización de más madera”, indica.

Añade que es equivocado creer que la tala de bosques y árboles viejos provocarán una emisión en red de carbono. Estos comentarios podrían resultar incendiarios en el ámbito ambientalista, que está familiarizado con la hoja de vida de Moore y que, por el contrario, aboga por el uso de la energía renovable.

Historial de Moore

Moore, pionero del movimiento ecológico, le dio la espalda a Greenpeace, al contradecir la mayoría de principios que él mismo defendió en su juventud. En 1971, este ambientalista cobró fama mundial al defender en un velero viejo, junto a otros historiadores, las islas Aleutianas de las pruebas nucleares que quería realizar Estados Unidos en la zona.

Este incidente, que finalmente detuvo esas prácticas nucleares, fue lo que dio inicio a la organización que posteriormente tomó el nombre de Greenpeace.

El canadiense, quien trabajó en campañas de defensa de las ballenas y los océanos, dio un giro de 180 grados años después. En 1984, después de abandonar a la institución ecológica, trabajó en la industria de las granjas de salmón y llegó a proponer que se disparara contra focas, leones marinos y osos.

Según sus detractores, Moore utiliza su título de ex miembro de Greenpeace para promover proyectos de su consultora ambientalista. La crítica de Moore podría servir de publicidad a la película, que ya ha recaudado 171 millones de dólares desde su estreno, el 17 de agosto.

Por lo menos, dice Di Caprio, podría ayudar a que continúe abierto el debate ambientalista y sigan llegando más interesados en el tema a las salas de cine.

 
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