Curables, siete de cada 10 casos de cáncer de vejiga

Siete de cada 10 casos de cáncer de vejiga se pueden curar si se detecta a tiempo y la afectación se encuentra en la mucosa o en los músculos superficiales de ese órgano, informó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Juan Guzmán Gaona, coordinador de la Unidad Médica de Alta Especialidad del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, dijo que cuando el cáncer de vejiga es profundamente invasivo puede ser tratado con cirugía radical o radioterapia combinada con quimioterapia, obteniéndose buenos resultados locales y disminuyendo las molestias.

Informó que por cáncer de vejiga se registran en el instituto 2 mil 274 hospitalizaciones anuales, de las cuales mil 740 ameritaron permanencia en hospital y 534 fueron de cirugía ambulatoria.

Con radioterapia y quimioterapia los síntomas –como sangrado en la orina, decaimiento y fiebre– se reducen, se evita el sangrado y aminora el dolor en caso de que el mal haya invadido ganglios o huesos.

Guzmán Gaona dijo que cuando el cáncer se ubica dentro de la mucosa, extirpando el órgano (cistectomía radical), el mal no avanza en siete de cada 10 casos, siempre y cuando los tumores invasivos no se hayan extendido más allá del tejido muscular.

Si los tumores se extendieron hacia la próstata, uréter y vesículas seminales y a otras partes del cuerpo (metástasis), se realiza una extirpación radical; sin embargo, debido a la extensión del tumor la persona tiene menores posibilidades de vida.

Precisó que hay sospecha de probable cáncer de vejiga cuando se presentan síntomas parecidos a la gastritis o colitis, tales como inflamación de estómago y vejiga.

El cáncer de vejiga afecta tres veces más a hombres que a mujeres, es más frecuente conforme avanza la edad, principalmente en personas mayores de 65 años y de piel blanca, esto último relacionado con el pigmento de la epidermis (melanina), que es un factor de riesgo cancerígeno.

El médico añadió que este mal se puede presentar en personas que sin protección trabajan con colorantes o solventes como la anilina y sustancias aromáticas, así como entre las que consumen grandes cantidades de café, o que padecen infecciones urinarias repetitivas.