Usted está aquí: lunes 17 de septiembre de 2007 Mundo Gates rectifica su dicho de que en 2009 seguirán en Irak 100 mil soldados de EU

Ahora no precisa cifras; dos ataques dejan al menos 20 muertos en el país invadido

Gates rectifica su dicho de que en 2009 seguirán en Irak 100 mil soldados de EU

Afp, Dpa y Reuters

Ampliar la imagen Una iraquí abraza el cuerpo de su hijo de seis años, ultimado cuando viajaba con familiares en un auto que fue acribillado en Baquba Una iraquí abraza el cuerpo de su hijo de seis años, ultimado cuando viajaba con familiares en un auto que fue acribillado en Baquba Foto: Ap

Washington, 16 de septiembre. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, desmintió hoy sus propias aseveraciones de que el próximo presidente estadunidense heredará un contingente de 100 mil soldados en Irak, en vez de los casi 170 mil que hay hoy en el país ocupado.

El viernes pasado, un reportero preguntó a Gates si esperaba que en Irak hubiera “unas diez brigadas de combate para enero de 2009 y unos 100 mil soldados para el próximo presidente”, a lo que el secretario de Defensa respondió simplemente que “ésa sería la suma”.

Hoy, sin embargo, el jefe del Pentángono enmendó su propia plana y aclaró que lo que dijo fue “que se esperaba que las condiciones mejoren en Irak de tal manera” que pueda llevarse a cabo una reducción de las tropas desplegadas en ese país.

Acerca del error en la cifra, Gates se disculpó diciendo que él no usó ese número, sino que quien lo hizo fue “una de las personas que preguntó” durante la conferencia de prensa. Esto, a pesar de que la pregunta iba dirigida a precisar el tamaño del contingente militar que estaría en Irak cuando el próximo inquilino de la Casa Blanca tome posesión y el secretario de Defensa confirmó lo dicho por el reportero.

El jefe de los militares estadunidenses afirmó también que la presencia de sus soldados en Irak se mantendrá por “un periodo prolongado de tiempo como una fuerza estabilizadora”, aunque su número y su papel serían “mucho más limitados” que ahora.

La discusión sobre la reducción de tropas en el país ocupado que se dio la semana pasada parte de la evaluación de los altos mandos militares estadunidenses en Washington y en Bagdad, según la cuál la situación en Irak ha mejorado, a pesar de muchos reportes que indican que la violencia continúa.

Hoy mismo murieron al menos 20 personas en ese país en dos ataques separados. En Bagdad, un coche bomba mató a 10 en una concurrida calle comercial y dejó 20 heridos. En Tuz Kurmato, una ciudad ubicada al norte de la capital, un atacante suicida quitó la vida a otras cinco personas que tomaban el te en una cafetería local, según una fuente policial.

En el sur del país, en la localidad de Hilla, un alto funcionario policial, su hijo y otras dos personas fueron asesinadas a tiros y otras tres resultaron heridas, además de que murió un soldado estadunidense y otros cuatro resultaron heridos cuando un aparato explosivo estalló mientras su patrulla pasaba a su lado, y de que un grupo de contratistas de seguridad estadunidenses mataron a 10 personas en un tiroteo en plena capital del país.

Episodios como estos han llevado a la página de Internet Iraq Body Count, que monitorea las muertes de civiles reportadas por los medios de comunicación, a estimar que cada día mueren 30 personas “no combatientes” en hechos violentos en el país. Según esta fuente, hasta la fecha han perecido entre 72 mil y 79 mil personas desde la caída de Saddam Hussein, en abril 2003.

A estas muertes hay que sumar las que se producen por los enfrentamientos entre las distintas milicias que operan en el país y entre éstas y los soldados de la coalición ocupante. Aunque muchas pasan inadvertidas, la semana pasada se produjo una muy sonada.

Menos de dos semanas después de reunirse con el presidente estadunidense George W. Bush, el jeque Abdul Sattar Abu Risha, que encabezaba una alianza de tribus árabes sunitas que trabaja con las tropas extranjeras en Irak, murió cuando una bomba estalló junto a su casa. Hoy fue arrestado uno de los supuestos autores del asesinato, atribuido a la red Al Qaeda.

El detenido es Fallah Jumayli, que según una declaración del ejército estadunidense “está implicado en un complot para matar a importantes líderes” que colaboran con las tropas invasoras en su afán de controlar a las milicias integristas.

Pero ante esta situación Gates mantiene que sobre Irak es “tan optimista” como cuando llegó al Pentágono, aunque reconoce: “los retos siguen siendo grandes”.

 
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