Usted está aquí: lunes 8 de octubre de 2007 Economía CEESP: se deterioraron expectativas de inflación por el aumento de precios

Se ha sobredimensionado el posible impacto del impuesto a la gasolina, afirma

CEESP: se deterioraron expectativas de inflación por el aumento de precios

Miriam Posada García

El aumento de los precios al consumidor durante la primera quincena de septiembre provocó que las expectativas inflacionarias se deterioraran, reconoció el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), al atribuir el efecto al incremento de los precios internacionales de granos y otros productos básicos, pero también a que “se ha sobredimensionado el posible impacto del impuesto a la gasolina” en el índice general de precios.

Por separado, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) criticó que el contenido y alcance de la reforma fiscal hayan naufragado entre el cálculo del costo político y la negociación de la reforma electoral, importante pero ajena al tema tributario, y advirtió que “reforma que se aprueba con fecha de caducidad a corto plazo no puede considerarse auténtica, porque está lejos de las necesidades del país”.

Ante el panorama económico de las últimas semanas, y asuntos por definirse como la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación, el CEESP señaló que el incremento de precios observado durante la primera quincena de septiembre propició que las previsiones de inflación se vieran afectadas. Sin embargo, consideró que no debe esperarse una inflación fuera de control.

El organismo atribuyó el incremento de precios a la situación en los mercados internacionales de granos y otros alimentos básicos, así como a factores internacionales, pero en buena medida a que “se ha dado una amplia cobertura mediática y se ha sobrestimado el posible impacto del eventual aumento al precio de la gasolina en el índice general de precios”.

Para el CEESP existen presiones sobre la inflación en los próximos meses, pero opina que no se saldrá de control debido a que un factor que mitigará el efecto es “la decisión del gobierno federal de proteger a los consumidores”, con el aplazamiento de la aplicación del impuesto de 5.5 por ciento, y el congelamiento del incremento de tarifas de luz y gas doméstico.

Entre los pendientes de la agenda económica consideró que se percibe como una buena noticia el incremento del presupuesto para el ejercicio fiscal de 2008, ya que buena parte de esos recursos se dedicarán a la inversión en infraestructura y educación, así como a gasto social, con lo que será posible aprovechar la solvencia fiscal para descentralizar recursos.

En su documento de análisis Pulso Industrial, la Concamin criticó que la reforma fiscal aprobada no sea el mejor instrumento recaudatorio para el país, y que éste vaya a continuar fuera de los estándares internacionales.

Señaló que si bien representa un avance parcial por tratarse de una reforma con fecha de caducidad a corto plazo, no cumple con la meta original de ampliar la base de recaudación ni el monto, por lo que México podría permanecer en niveles de 19 por ciento del producto interno bruto (PIB), contra 40 por ciento del PIB que representa la recaudación en países como Francia, Bélgica, Noruega o Dinamarca, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

“Para hacer un balance de lo aprobado por los legisladores se debe partir de los objetivos planteados en la exposición de motivos del documento inicial presentado por Hacienda, en el que se indicaba que el objetivo de la propuesta era acelerar el crecimiento de la economía del país, disminuir la desigualdad regional y afrontar la reducción de los ingresos petroleros”.

 
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