Reporte Económico
La distribución del ingreso y el gasto en México (primera de tres entregas)
Es sabido que México tiene una de las peores distribuciones del ingreso en el planeta, situación que se ha agravado en el pasado cuarto de siglo.
De las cuentas nacionales, la correspondiente al Ingreso Nacional Disponible y su Asignación es particularmente ilustrativa (Gráfico 1). Esta cuenta tiene dos grandes componentes que indican la porción del ingreso nacional que va a la población trabajadora (Remuneraciones a asalariados) y la que va a las empresas (Excedente de operación).
En los países avanzados, las remuneraciones al trabajo representan entre 50% y el 60% del producto interno bruto (PIB): desde 50.5% en Canadá o 51.8% en Japón, hasta 57.1% en Estados Unidos o 61.6% en Suiza; en México tales remune-raciones sólo representan 30.4% del PIB (Gráfico 2). Si la comparación se hace con el Ingreso Nacional Disponible, el contraste es aún más marcado, ya que las remuneraciones al trabajo en los países avanzados representan entre 60% y 70% de este ingreso, mientras que en México únicamente 33.4%.
Como contrapartida, el exce-dente de operación (la utilidad bruta de las empresas) oscila en general entre 30% y 40% del PIB o entre 35% y 45% del Ingreso Nacional en las economías avanzadas, muy por abajo de 59% y 65% que, respectivamente, se apropian en la economía mexicana.
Cabe destacar que en México (Gráfico 1) las remuneraciones al trabajo mostraban hace tres décadas una tendencia ascendente, aunque leve, como proporción del ingreso nacional, desde 38.1% de 1970 hasta 43.5% de 1976. Dicha tendencia se estanca hasta 1981 (42.6%) y desde ahí inicia una regresión hasta la participación mencionada de 33.4% en 2004, esto es, aproximadamente la mitad de lo que el trabajo percibe en una sociedad madura, más igualitaria, menos desigual.
Los resultados de esta disputa por el ingreso en México entre el capital y el trabajo en los pasados 35 años se aprecian claramente en el Gráfico 3.
El Ingreso-Gasto de los Hogares
En cifras gruesas, tanto el ingreso como el gasto total de los 26.5 millones de hogares mexicanos ascendió a unos 3.8 billones de pesos en 2006, representando casi 42% del PIB (Gráfico 4).
Del ingreso total de los hogares, el ingreso corriente (principalmente remuneraciones al trabajo) es con mucho la parte sustantiva y representa 39.6% del PIB. El ingreso financiero o de capital que lo complementa representa 2.1%.
Del lado del gasto, los hogares erogan 7.8% del PIB en alimentos, bebidas y tabaco, 5.1% en transporte y comunicación, 4.1% en educación y esparcimiento; ahorran 3% del PIB, gastan 2.9% en cuidado personal, y 2.4% en vivienda y energía. Gastan 1.3% del PIB en pagar tarjetas de crédito y 0.5% en pagar otras deudas.
(Saúl Herrera Aguilar)
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