Usted está aquí: viernes 14 de diciembre de 2007 Política Ajuste de cuentas en Cancún entre traficantes de personas

Presuntos sicarios cubanos ejecutan a un compatriota

Ajuste de cuentas en Cancún entre traficantes de personas

Javier Chávez (Corresponsal)

Cancún, QR., 13 de diciembre. Señalado como pieza clave del engranaje en el tráfico de cubanos a Miami, Estados Unidos, el isleño Juan Carlos Reyna Molas fue atacado en esta ciudad, por un grupo de presuntos sicarios cubanos.

Un disparo de rifle AK-47 impactó en la cabeza del hombre, provocándole muerte cerebral.

Mientras Reyna Molas se debate entre la vida y la muerte en una clínica privada de Mérida, Yucatán, a donde fue trasladado, la Procuraduría General de Justicia de Quintana Roo atrajo la investigación por tentativa de homicidio; hasta ahora la Procuraduría General de la República se ha mantenido al margen.

Según la reconstrucción de los hechos, la tarde del miércoles Juan Carlos Reyna y su novia estaban por llegar a su domicilio, en el fraccionamiento Santa Fe, a bordo de una camioneta, cuando fueron interceptados por pistoleros, a bordo de tres vehículos, quienes atacaron al cubano.

El procurador de Justicia de Quintana Roo, Bello Melchor Rodríguez y Carrillo, dijo que en los alrededores de este sitio turístico fue ubicada una camioneta que pudo ser utilizada por los agresores.

“La novia (de Reyna Molas) interpuso la denuncia y la Subprocuraduría de Justicia inició la investigación por tentativa de homicidio”, precisó el funcionario.

Indicó que el cubano, que podría fallecer en cualquier momento, radica en Miami y arribó hace 10 días a Cancún, donde la noche del 23 de septiembre fue asesinado su hermano Maximiliano en el estacionamiento del mercado de artesanías Coral Negro, en la zona hotelera.

Maximiliano Reyna, quien utilizaba también el nombre de Richard Agüero, tenía su domicilio en Isla Dorada, en la zona hotelera. La prensa local divulgó que el homicidio fue producto de un ajuste de cuentas del crimen organizado, ya que ambos hermanos están relacionados con el tráfico de cubanos y con el narcomenudeo en la zona hotelera.

En aquella ocasión el sicario, presuntamente cubano, se equivocó de hermano, comentó el procurador. Dijo que hasta ahora la PGR se ha mantenido al margen de la investigación de este intento de asesinato que “no deja de inquietarnos”, ya que “Cancún fue escenario de un ajuste de cuentas”.

 
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