Usted está aquí: viernes 11 de enero de 2008 Política Refuerzan campaña contra el narco en Tamaulipas para acabar con Los Zetas

PGR, SSP y Sedena coordinarán acciones de inteligencia para mejorar resultados

Refuerzan campaña contra el narco en Tamaulipas para acabar con Los Zetas

El Lazca, jefe del grupo de sicarios del cártel del Golfo, en la mira de fuerzas federales

Causa sorpresa entre la población de Matamoros un impresionante despliegue militar

Gustavo Castillo, Martín Sánchez y María Antonieta Le Duc (Reportero y corresponsales)

El gobierno federal modificó la estrategia de seguridad en Tamaulipas: a los mil 300 elementos operativos de la Policía Federal Preventiva (PFP) en esa entidad se sumaron diversas células de inteligencia y efectivos militares para capturar a líderes del cártel del Golfo, entre ellos Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, jefe del grupo de sicarios Los Zetas, revelaron funcionarios federales.

De acuerdo con reportes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, de enero de 2007 a la fecha casi se ha triplicado el número de agentes que se han enviado al llamado Operativo Nuevo León-Tamaulipas, al pasar de 516 a mil 300.

Según las fuentes consultadas, se han obtenido datos de que El Lazca abandonó la comunidad de Río Bravo antes del enfrentamiento que sostuvieron militares y agentes federales con miembros del cártel del Golfo en ese municipio tamaulipeco, que dejó un saldo de ocho servidores públicos heridos y tres delincuentes muertos.

Los objetivos del gobierno federal se concentran en el desmantelamiento del grupo de sicarios y la detección de sus centros de acopio de armamento, principalmente en los municipios de Reynosa, Nuevo Laredo, Río Bravo y Valle Hermoso, ya que son los principales puntos de donde parten cargamentos de droga e indocumentados hacia Estados Unidos.

Funcionarios federales indicaron que la transformación del operativo conjunto permitirá integrar la información que obtengan las áreas de inteligencia de la Procuraduría General de la República, de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la SSP, en un intento por desarticular la parte operativa de Los Zetas y detener a su líder, Heriberto Lazcano, quien hasta hace unos meses había disputado algunos territorios a otros integrantes de su misma organización.

En este nuevo esquema se debe recordar lo señalado el pasado 8 de enero por el subsecretario de la SSP federal Patricio Patiño Arias, quien aseguró que el “replanteamiento tiene que ver ahora ya no tanto con una labor de patrullaje, sino con una lucha directa contra objetivos específicos, que ya deriva de un muy importante trabajo de inteligencia”.

Asimismo, el funcionario declaró que “particularmente hemos encontrado en Valle Hermoso y Río Bravo, dos localidades vecinas, colindantes, una muy alta actividad de células de sicarios, de narcotraficantes que imponen el terror de día, no nada más la violencia física, sino también esta otra modalidad que ha sido identificada en 2007 como el denominado cobro de piso”.

Los despliegues que realizarán los agentes federales estarán acompañados de acciones de efectivos del Ejército, que ya no sólo instalarán retenes en carreteras, sino también, a decir de las fuentes consultadas, trabajarán de manera coordinada con los grupos de inteligencia civiles para obtener, de manera pronta, mayores resultados en cuanto a la detención de líderes del cártel del Golfo en esa entidad.

Por otra parte, en Matamoros centenares de militares y 50 vehículos del Ejercito, entre hummers y tanquetas, arribaron a esa ciudad fronteriza desde las primeras horas del jueves. El despliegue de uniformados causó sorpresa en la población que los vio ingresar por la avenida Rigo Tovar, en un impresionante contingente que posteriormente se distribuyó por toda la ciudad.

Raúl González García, secretario del ayuntamiento de Matamoros, mencionó que aun cuando en ningún momento fueron notificados por la Federación del arribo de sus fuerzas especiales, se ofreció la colaboración de casi 600 policías municipales para participar en los recorridos que forman parte del Operativo Nuevo León-Tamaulipas.

El funcionario, que fue enterado también del arribo vía aérea de un grupo especial de la Policía Federal Preventiva, solicitó a las fuerzas el orden actuar con apego a la ley y sin vulnerar las garantías individuales de los ciudadanos.

Tras su arribo a esta frontera, localizada a 190 kilómetros de Reynosa, donde se suscitó un fuerte tiroteo el pasado martes, los federales instalaron retenes en las principales arterias de la ciudad y se desplegaron en centros comerciales en los que, a bordo de tanquetas, hummers y camiones de redilas, se mantuvieron como observadores de automovilistas y peatones.

En tanto, el gobernador tamaulipeco, Eugenio Hernández Flores, anunció que su administración aplicará este año inversiones adicionales al ramo de la seguridad pública en los diez municipios relevantes de la entidad, entre éstos los que se ubican en la franja fronteriza.

También destacó que su gobierno ha ejercido 300 millones de pesos en equipamiento y capacitación de las policías estatales y municipales, para estar en condiciones de colaborar con el gobierno federal en el combate a la delincuencia.

 
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