Usted está aquí: martes 8 de julio de 2008 Sociedad y Justicia Desigualdad de género agrava la pobreza

Desigualdad de género agrava la pobreza

Angélica Enciso L.

La crisis alimentaria golpea más a mujeres y niñas, ya que cuando escasea el alimento este sector es el más vulnerable, señaló el representante en México de Naciones Unidas, Magdy Martínez, durante la inauguración del Foro Internacional Sobre Género y Medio Ambiente. Agregó que la degradación ambiental afecta de manera “desproporcionada” a las mujeres.

De acuerdo con información divulgada en el foro del Grupo Interagencial de Género (GIG), del Sistema de Naciones Unidas, la reducción de la pobreza en el país no ha sido igual para hombres y mujeres: hay 2.5 millones más mujeres que hombres que viven en condiciones de miseria.

Se estima que la pobreza bajó de 40 por ciento de la población en 1990 a 27 por ciento en 2006.

Cambio climático

Martínez sostuvo en su intervención que mujeres y niñas pobres son más vulnerables porque las relaciones de género imponen que vivan la peor parte cuando el entorno se vuelve más hostil. Sostuvo que se ha abierto paso la evidencia de que la desigualdad de género agrava la pobreza y aumenta las dificultades para salir de ella: “todos podemos estar expuestos, pero no somos igual de vulnerables, las mujeres sufren más por el cambio climático, sufren de modo más agudo”.

El subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, Gerónimo Gutiérrez, aseguró que el gobierno federal busca sumar esfuerzos para establecer en la legislación nacional los acuerdos internacionales que ha firmado México en materia de equidad de género.

Por su parte, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Elvira Quesada, informó que en 2007, por medio de los programas de Empleo Temporal y de Conservación para el Desarrollo Sustentable, alrededor de 70 mil mujeres recibieron beneficios de manera directa, mientras que a través de ProÁrbol los apoyos indirectos fueron para 2 millones 400 mil mujeres.

El GIG señaló que la experiencia de la pobreza es muy diferente para hombres y mujeres debido a las condiciones de desigualdad en que viven: “hay ocho millones más mujeres que hombres que trabajan y no cuentan con seguro médico ni derecho a una pensión. Esto significa que muchas de ellas se convertirán en dependientes económicos durante la vejez”.

Detalló que la tasa de analfabetismo de mujeres es más alta, sobre todo en adultas mayores, mujeres indígenas y para aquellas que viven en zonas rurales, lo cual afecta sus posibilidades de desarrollo.

 
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