Usted está aquí: lunes 28 de julio de 2008 Cultura Editan antología sobre santos populares y personajes “milagrosos” no reconocidos

■ El niño Fidencio, el Tiradito y Jesús Malverde, los primeros

Editan antología sobre santos populares y personajes “milagrosos” no reconocidos

Fabiola Palapa Quijas

Libros de Godot inicia una aventura editorial con la publicación de una antología que aborda el tema de los santos populares y aquellos personajes a los que la gente atribuye dones o poderes milagrosos, obviamente no reconocidos por ninguna religión, pero que tienen sus adeptos que inclusive les han llegado a construir santuarios especiales para su devoción.

La antología dramática Ánimas y Santones, de la nueva colección Teatro Ex-Céntrico, reúne “Vida y milagros del Niño Fidencio”, “El Tiradito” y “Malverde”, de Enrique Mijares, Antonio Zúñiga y Alejandro Román, respectivamente.

En este primer libro de Teatro Ex–Centrico se incluye “Vida y milagros del Niño Fidencio”, de Enrique Mijares, dramaturgo, director e investigador teatral, quien actualmente, con el apoyo de la Universidad de Juárez del estado de Durango, publica la colección Teatro de Frontera.

La obra aborda dos mitos de amplia circulación en el norte de México, por un lado, la historia del más popular de los santones de aquella región y, por el otro, el mito sobre los sahurinos, niños hidrocefálicos con poderes de adivinación; quienes se cree que son personas que tienen un diamante en la cabeza, el cual debe ser extraído mientras el infante está vivo.

Así, Fidencio, hacia el final de la obra, es tratado con violencia, lo que provoca un sentimiento de culpabilidad y da paso a un lazo de unión que lo llevará a la canonización popular.

El dramaturgo chihuahuense, Antonio Zúñiga, en su texto “El Tiradito. Crónica de un santo pecador”, muestra cómo los norteños también tienen un benefactor para los indocumentados: El Tiradito.

En Tucson, Arizona, se encuentra la Capilla de los Deseos, sitio donde se supone están los restos de Juan Olivares, un emigrante mexicano que se enamoró de la esposa de un hacendado y cuando fue descubierta la relación, éste lo mató a hachazos; el cuerpo de Olivares fue arrojado a una zanja y ahí permaneció porque se ordenó que quedara insepulto, como escarmiento.

Completa la antología, el morelense Alejandro Román, quien en “Malverde. Día de la Santa Cruz”, plantea la pregunta: ¿cómo fue que Jesús Malverde se convirtió en protector de los narcotraficantes?

En un estilo de escritura que semeja al narcocorrido, Román decide explorar el lado oscuro de Malverde. Mediante los narcodevotos se conoce la influencia que la religiosidad tiene en sus vidas.

El libro fue prologado por el tijuanense Heriberto Yépez, quien escribe: “El santo popular frecuentemente es un criminal, un forajido, un ser ambivalente, sospechoso de maldad, guarda muchos rasgos del héroe. Se trata de una negociación entre colonialismo judeocristiano y supervivencia de mundos mágicos paganos.

“Los santos aludidos en esta antología –señala Yépez– fueron castigados y, al final, derrotados por la autoridad. Es el pueblo quien los reivindicará debido a los milagros que su cadáver, ánima o espíritu conceden paulatinamente. En su vida real, no tuvieron ninguna pretensión heroica, pero en la mente popular, sobre todo la de las generaciones recientes, parece haber un tránsito desde el santo hasta el héroe.”

Ánimas y Santones, compilado por la investigadora del Centro de Investigación Teatral Rodolfo Usigli, Rocío Galicia, se presentó el viernes pasado en El Círculo Teatral, mediante una lectura dramatizada.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.