Usted está aquí: jueves 4 de septiembre de 2008 Política El periodismo idealista no está extinto, pero sí amenazado por el mercantilismo: Iñaki Gabilondo

■ Comparte sus reflexiones sobre el oficio al recibir el Premio Cemex-FNPI, en Monterrey

El periodismo idealista no está extinto, pero sí amenazado por el mercantilismo: Iñaki Gabilondo

David Carrizales (Corresponsal)

Monterrey, NL, 3 de septiembre. El periodismo idealista, de compromiso con la gente, no está en extinción, pero sí es una especie amenazada frente al mercantilismo, donde sólo importan los resultados financieros, dijo el comunicador español Iñaki Gabilondo, al recibir la noche del martes el Premio Cemex-FNPI. Los veteranos del oficio no tienen derecho de transmitir a los jóvenes desánimo ni escepticismo, dijo, y exhortó a los nuevos profesionistas a que estén dispuestos a lo que sea “para darle a la sociedad vuestro trabajo y que puedan convertirlo en justicia y valores positivos”.

Dijo: “llevo dos días oyendo hablar del debate sobre la responsabilidad social de los medios, si los idealistas o los mercantilistas van ganando la batalla. Vengo de un país y de un continente donde esta batalla se da por zanjada y por resuelta, ya se sabe quién ha ganado: han ganado los malos.

“Hace muchísimo tiempo sabemos que fueron arriadas las banderas del idealismo, y aunque naturalmente mantienen muchas posiciones no sólo individual sino colectivamente, el viento que sopla, las ideologías dominantes, la nueva realidad que vivimos, en una forma más manifiesta, más descarada, están convirtiéndolo todo, y al periodismo también, en combustible para las cuentas de resultados.

“El periodismo ya no es lo más importante ni en los periódicos, el periodismo es lo más rezagado en el orden de valores; la cuenta de resultados es con mucho lo más importante”, añadió el comunicador.

Siendo sinceros, “queremos contar lectores, oyentes, espectadores, y cuantos más sean, mejor para nuestros objetivos ante la publicidad, las causas políticas, económicas y de cualquier otro tipo”.

“No digo que esto esté pasando todos los días en cada cosa. Es el viento dominante que sopla, y hace que inexorablemente vayamos siendo jalados por el escepticismo, y en ocasiones esto nos hace pensar en Europa que estamos ante una batalla perdida, entre el idealismo y el mercantilismo. Pero aquí en Latinoamérica, ese tipo de periodismo de compromiso con la gente se siente que no está en peligro de extinción, sino que es una especie amenazada.”

Labor de gran importancia o enemigo de la sociedad

El merecedor del premio en la categoría de homenaje, que otorgan Cemex y la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), que presiden el empresario Lorenzo Zambrano y el escritor Gabriel García Márquez, señaló que el periodismo, si se hace bien, estará cumpliendo un papel de gran importancia social; pero cuando se hace mal se convierte en un enorme enemigo de la sociedad.

Primer español en recibir el galardón y pionero entre los periodistas de medios electrónicos que obtienen el máximo reconocimiento Cemex-FNPI, Iñaki Gabilondo expuso que trabajar en la radio es vivir un combate a brazo partido con el ahora mismo y con la actualidad en tiempo real, en horas, minutos y segundos.

“Los relatos ordenan las cosas; en la radio las están sosteniendo al tiempo que las vamos contando, sin que tengamos todavía muy claro qué es lo que está pasando, cuál es su importancia, su color o su significado”, agregó.

“En la radio así es la vida y así he tenido la oportunidad de vivir durante 42 años y he tenido el honor y el privilegio de asistir a la transformación de mi país desde un balcón principal, porque desde la radio se ve perfectamente la vida, se percibe el aliento de la sociedad y se ve de una manera extremadamente clara todo cuanto ocurre, y se siente uno implicado, lo quiera o no, con el otro, con los otros, con la gente”, dijo el homenajeado.

“Una vez que he pasado de los 65 años, trabajando 42 años durante 20 horas diarias en el cuerpo a cuerpo con la vida y con el cambio social, se siente un compromiso con muchas cosas, pero luego suceden hechos que lo dejan a uno exhausto y desde luego atrapado por el escepticismo.

“Pero si el tiempo me ha traído el escepticismo, ¿qué hago con él? ¿Comunico mi decepción a los jóvenes a fin de que se lancen por los barrancos?”

 
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