■ Asciende a 600 el número de víctimas fatales causados por 3 meteoros en el país caribeño

El huracán Ike deja al menos 40 muertos en Haití; evacuan a 44 mil personas en Dominicana

■ Florida y Luisiana, declaradas zonas de emergencia; se debilita la tormenta tropical Hanna

Afp, Dpa y Reuters

Puerto Príncipe, 7 de septiembre. Al menos 40 muertos y miles de damnificados en Haití dejó el huracán Ike, cuya fuerza al golpear la isla de La Española fue de 4 en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de 5). Con este balance, que puede incrementarse en las próximas horas, se eleva a unos 600 el número de víctimas fatales que han provocado aquí otros tres meteoros, Fay, Hanna y Gustav en las últimas semanas.

En la vecina República Dominicana, Ike obligó a la evacuación de 44 mil personas. A su salida de la isla La Española bajó a la categoría 3, informó el Centro Nacional de Huracanes estadunidense. El fenómeno ingresó esta noche a Cuba, por el oeste, desde donde se espera que se dirija las costas de Florida, declarada ya zona de emergencia por el presidente George W. Bush así como Luisiana.

Ike, con vientos sostenidos hasta de 215 kilómetros por hora, provocó fuertes lluvias en Haití. Tan sólo en la norteña ciudad de Cabaret, dejó unas 47 víctimas fatales, muchas de ellos niños, y arrasó con decenas de casas y sembradíos.

Se da por descontado que el número de víctimas aumente al bajar las aguas, como sucedió con Gustav, cuyos saldos iniciales dieron cuenta de 30 fallecidos, para en un par de días llevar las cifra a más de 500.

De acuerdo con expertos, Haití es especialmente vulnerable a este tipo de desgracias debido a que sólo dos por ciento de su superficie tiene árboles –lo que deja sus costas a merced de los oleajes violentos–, y esa cantidad decrece rápidamente porque la gente utiliza la vegetación como combustible para cocinar.

En el otro extremo de la isla La Española, las autoridades de República Dominicana evacuaron a más de 44 mil personas, aunque ya se han producido inundaciones y hay decenas de zonas incomunicadas en el norte del país.

Luego de causar severos daños materiales en las islas Turcas y Caicos, Ike se dirigió el domingo a 24 kilómetros por hora hacia el sureste de las Bahamas y comenzó a afectar a la isla Great Inagua, donde provocó la caída de árboles, anuncios y postes de electricidad.

Al mismo tiempo, la ahora tormenta tropical Hanna perdió fuerza al tocar tierra este fin de semana en la costa noreste de Estados Unidos, pero de todas formas causó fuertes vientos y lluvias en los estados de Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia, y se espera que suceda lo mismo en Nueva Inglaterra, Maryland y Nueva York.

Los efectos negativos de los huracanes se dejaron sentir también en Guatemala, donde más de 2 mil personas fueron evacuadas de 40 comunidades de la costa sur, donde se produjeron inundaciones y tormentas.

Debido a la gravedad de la situación, la Cruz Roja Internacional envió desde Panamá 95 toneladas de ayuda humanitaria para las distintas regiones afectadas por los huracanes, al tiempo que el papa Benedicto XVI manifestó su solidaridad con los habitantes de Haití, el país más castigado hasta ahora por los sucesivos fenómenos meteorológicos.

Por otra parte, en el noreste de Inglaterra cientos de casas se inundaron a causa de las fuertes lluvias, mientras que en India han muerto 24 personas por el desborde de los ríos en el estado nororiental de Assam.

En el sur de Filipinas, las lluvias monzónicas provocaron un deslizamiento de tierra que sepultó 20 casas, con un saldo de nueve muertos y 14 desaparecidos.