Número 147 | Jueves 2 de octubre de 2008
Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER
Directora general: CARMEN LIRA SAADE
Director: Alejandro Brito Lemus
NotieSe
Memorias que sobrevivirán a la indiferencia
Moriré, pero mi memoria sobrevivirá. Una reflexión personal sobre el sida, Henning Mankell.
Tusquets Editores, Barcelona, 2008.
“Padecer el sida en Suecia o en un país como Uganda son cosas totalmente distintas. Entre ricos y pobres media un abismo, y ahí radica la diferencia en todos los niveles. Incluso en los cuidados, incluso en el dolor”, escribe Henning Mankell en Moriré, pero mi memoria sobrevivirá, una crónica que delinea la vida que se esconde detrás de la muerte que se avecina, una marca para las personas con VIH en África, región afectadísima por la infección y donde el tamaño de la emergencia eclipsa a las opciones terapéuticas que aminoran el dolor en los países desarrollados. Al parecer no es el virus el que mata, sino la pobreza y la indiferencia internacional. El sueco Henning Mankell, célebre escritor de novela negra —creador del inspector Kurt Wallander, protagonista de una saga de 10 títulos— sabe lo que dice: nacido en Estocolmo y ahora director del Teatro Nacional en Mozambique, conoce las antípodas del sida, el dolor de la pobreza y la dignidad con que se le hace frente a la muerte en la tierra de la devastación —en 2010 la esperanza de vida en once países africanos podría ser de 30 años a causa del sida. Una realidad dolorosamente cercana pero invisible para los países ricos. Sumemos a la indiferencia el lastre de la pobreza, la incapacidad colonialista para adaptar las estrategias preventivas a las tradiciones locales —como la poligamia—, y la persistencia de múltiples falsas creencias que hacen del sida una especie de fatalismo del que se puede escapar a través de soluciones mágicas.

Mankell narra en primera persona su experiencia frente al VIH y las formas en que el virus marca el ritmo de la vida cotidiana africana. No hay acceso a fármacos que prolonguen la vida y la memoria se vuelve un asidero para la esperanza, un legado para las generaciones de niños que crecerán sin padres y que deberán cargar bajos sus hombros la responsabilidad de los adultos. Muchas personas con VIH en África escriben su memoria, para sus hijos, para sus amigos, como una forma de dejar constancia de su amor a la vida.

“Cada vez más personas se ven abocadas de pronto a vivir unas vidas inesperadamente cortas. No podrán participar en el crecimiento de sus hijos ni ver cómo se las arreglan en la vida. De ahí que escriban esos libritos, para no quedar del todo erradicados de la memoria de sus hijos”. EL mismo Mankell escribe su propia memoria, lúcido relato de la conmoción que sigue causando el sida. (Fernando Mino)

Por cortesía de Tusquets Editores ofrecemos a nuestros lectores tres ejemplares de Moriré, pero mi memoria sobrevivirá, de Henning Mankell. Sólo tienen que llamar al 5532-2751 mañana viernes entre las 10:00 y las 13:00 horas