■ Niegan que la enfermedad aparezca por sostener objetos demasiado calientes o fríos
A escala mundial, la artritis afecta a una de cada 100 personas: reumatólogos
Consumir carnes rojas en exceso o sostener con las manos objetos demasiado fríos o calientes son mitos sobre la aparición de la artritis reumatoide, enfermedad crónica cuya causa aún se desconoce pero que se caracteriza por la destrucción progresiva de las articulaciones, incapacidad funcional y reducción de la esperanza de vida para quienes la padecen y no se someten a tratamientos médicos adecuados, afirmaron reumatólogos del Centro Médico Nacional Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La artritis es una enfermedad destructiva que, a escala mundial, afecta a una de cada 100 personas. Su aparición es tres veces más frecuente en mujeres que en hombres, debido a que ellas producen mayores cantidades de estrógeno. Su inadecuada atención y detección puede acortar 10 años la esperanza de vida del paciente.
La causa del mal no se conoce, pero evidencias señalan que podría desencadenarse por infecciones –sobre todo en individuos genéticamente predispuestos– y puede ser más agresivo en los fumadores, sostuvieron.
Suele aparecer en las edades más productivas, esto es, entre 30 y 40 años, y su detección oportuna es determinante para impedir el deterioro de las articulaciones, advirtieron en conferencia de prensa.
Alertaron que en dicho rango de edad se debe poner especial atención en la aparición de los síntomas, como dolor e inflamación en dos o más articulaciones, en un lado del cuerpo, y rigidez “acartonada” al momento de ponerse de pie, entre otros.
Puede causar destrucción progresiva de las articulaciones, principalmente en manos, codos, hombros, rodillas y cadera, con distintos grados de deformidad e incapacidad funcional, y en ocasiones puede dañar otros órganos, como ojos, pulmones, corazón y piel, así como en los vasos sanguíneos, ya que altera el sistema inmunológico.
La jefa del servicio de reumatología del hospital de especialidades del CMN, Leonor Barile Fabris, aseveró que, aunque aún no hay medicamentos que permitan curar la enfermedad, la detección oportuna permite tener un control adecuado y, por ende, mejorar la calidad de vida del paciente.
En el IMSS, explicó, “el tratamiento se realiza con medicamentos que controlan el dolor y la inflamación para evitar daños articulares y discapacidad. También se prescriben fármacos de última generación o biológicos en los casos en que el paciente no responde favorablemente a los medicamentos tradicionales”.
La fisioterapia, la modificación de algunos hábitos (realizar actividades físicas o no fumar) y una buena alimentación funcionan como métodos para preveir y controlar la enfermedad.