Ejecutan a 30 personas en 5 entidades
La violencia generada por el crimen organizado cobró la vida ayer de 30 personas. Catorce en Chihuahua, seis en Baja California, cinco en Sinaloa, cuatro en Nayarit y una en Guerrero, informaron autoridades policiacas de esas entidades.
Además de las 14 muertes en Chihuahua –10 en Ciudad Juárez, dos en la capital, una en el municipio de Aquiles Serdán y otra en el de Jiménez– se reportó también que un bar-discoteca y un restaurante de mariscos de la ciudad de Chihuahua fueron incendiados por desconocidos con bombas molotov. No hay detenidos, informaron las autoridades.
Extraoficialmente se informó que las agresiones fueron cometidas por presuntos delincuentes que se dedican a extorsionar a los dueños de este tipo de establecimientos, cobrándoles una “cuota de protección”. Por lo que la primera línea de investigación apunta a esos criminales.
El párroco de la catedral de Ciudad Juárez, Ignacio Villanueva, informó que personas desconocidas dejaron durante la misa celebrada este domingo una hoja con la siguiente amenaza: “de que van a explotar a la policía municipal (sic) y que se cuiden el alcalde José Reyes y el síndico Leonardo Villar”.
En este contexto, elementos del Ejército se hicieron cargo de la seguridad en el municipio de Canatlán, Durango, luego de la detención de dos policías y un civil presuntamente relacionados con la banda de secuestradores y extorsionadores detenida el sábado en la región.
Los soldados iban en busca del director de seguridad pública, Jorge Gutiérrez Corral, quien, se presume, podría ser el jefe de dicha banda. El funcionario huyó por la puerta trasera de su vivienda. Elementos castrenses y de la Secretaría de Seguridad Pública de Yucatán detuvieron a siete personas en el municipio de Tzucacab en poder 100 bidones llenos de turbosina que, presuntamente, planeaban utilizar en acciones vinculadas al narcotráfico y la construcción de una narcopista.
Con información de Rubén Villalpando, Miroslava Breach, Antonio Heras, Javier Valdez, Jesús Narváez, Sergio Ocampo, Luis A. Boffil y la corresponsalía en Durango