Usted está aquí: viernes 13 de febrero de 2009 Política Aunque EU tiene un infarto, con unidad México superará la crisis, según Calderón

■ Repitió que “ni nos rendimos ni nos echamos para atrás”, en una gira por Chiapas y Tabasco

Aunque EU tiene un infarto, con unidad México superará la crisis, según Calderón

Claudia Herrera Beltrán (Enviada)

Ostuacán, Chis., 12 de febrero. Aunque Estados Unidos tiene “literalmente” un infarto, el presidente Felipe Calderón aseguró, golpeando el atril, que los mexicanos unidos superarán cualquier adversidad, como cuando lograron “mover una montaña” sobre el río Grijalva.

A lo largo de su gira por Chiapas y Tabasco, el michoacano repitió este mensaje y resaltó en medio de la polémica con el empresario Carlos Slim que “ni nos rendimos ni nos echamos para atrás, por fuerte que sea la adversidad”.

En el primer punto de su recorrido, en Ostuacán, rememoró el desastre ocurrido el 4 de noviembre de 2007, cuando 25 personas murieron en Juan de Grijalva a causa de las lluvias, y calificó esos días como “muy, muy intensos” en su Presidencia, aunque después agregó que prácticamente así han sido todos, “porque uno no tiene tiempo de aburrirse”.

Puso como ejemplo la obra que permitió quitar el tapón del Grijalva, una “bomba de tiempo” y que –dijo–, “modestia aparte” fue un portento de ingeniería citado en canales internacionales como Discovery Channel.

Recordó que en esa época un técnico le explicó: “Presidente, me decía, es que prácticamente tenemos que mover una montaña completa y tenemos que moverla rápido… y yo recuerdo que no sólo reflexioné, sino comenté que si había que mover una montaña, íbamos a mover la montaña. Y sí, poco más de un mes después estuve aquí otra vez para abrir el canal”.

Y así como “unidos logramos, literalmente, mover una montaña sobre el río, así también estoy convencido de que vamos a superar cualquier adversidad”, expresó ante los gobernadores de Chiapas, el ex priísta Juan Sabines, y de Tabasco, el priísta Andrés Granier.

De hecho, reconoció que en la actualidad la situación “no es fácil ni sencilla”, y volvió a citar la frase de un famoso comercial del brandy Viejo Vergel, donde Anthony Quinn decía “que si las cosas que valen la pena fueran fáciles, cualquiera las haría”, y añadió que a él le ha tocado enfrentar cosas retadoras y difíciles.

Antes había advertido que Estados Unidos, el corazón financiero del mundo, “literalmente tiene un infarto, válgame la metáfora, y eso provoca que la irrigación” hacia la economía mundial sea mucho menor.

Pero insistió en que se pueden resolver los problemas por muy graves que estos sean, ya sea la inseguridad, la pobreza o la economía, porque los mexicanos tienen recursos, orgullo y, sobre todo, carácter y temple.

Como en los desastres ocurridos en Tabasco y Chiapas, reiteró que en estos meses no se ha cruzado de brazos y ha “luchado a brazo partido” para enfrentar la tormenta.

En su visita a Ostuacán, puso en marcha la construcción de dos túneles de más de un kilómetro de largo cada uno, que –explicó– son de la magnitud de un edificio de cinco pisos de altura, y evitarán nuevos derrumbes. Su costo será de 760 millones de pesos, incluyendo caminos y otras obras.

Al ritmo de una batucada, interpretada por jóvenes vestidos de rojo, el presidente fue recibido en el municipio de Centro, Tabasco, donde se inició la edificación del libramiento de la ciudad de Villahermosa.

Frente a cientos de tabasqueños que fueron congregados en un llano, el gobernador Granier, volvió a abogar porque la refinería se construya en esa entidad, porque “somos un estado petrolero que mucho le aporta a este país, por nuestras ventajas comparativas y competitivas y porque necesitamos hoy más que nunca reactivar nuestra economía”.

Expresó su respaldo al gobierno de Calderón, porque en Tabasco “no se valen intrigas ni calumnias”, y el presidente aprovechó para insistir en que la sede de la refinería se decidirá por “razones técnicas y no políticas”.

Como en Campeche, culpó a algunos partidos políticos –esta vez no los mencionó por su nombre— de que no puedan construirse varias refinerías al mismo tiempo, ya que no apoyaron por completo su propuesta de reforma energética. Resaltó esto, ya que su “amigo”, el gobernador Granier, apoyó dicho planteamiento.

 
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