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Por su ubicación es vulnerable al tráfico de drogas y migrantes: edil

Cancún, víctima de su éxito
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Gregorio Sánchez Martínez, presidente municipal de Benito Juárez (Cancún), reconoció que el destino turístico más exitoso e importante del país es vulnerable a las actividadces del crimen organizadoFoto Luis López Soto
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 16 de febrero de 2009, p. 29

Cancún, QR, 15 de febrero. Este centro turístico, el más importante del país, es víctima de su éxito, reconoce su presidente municipal, Gregorio Sánchez.

La ubicación de Cancún en el Caribe, explica, lo ha convertido no sólo en un punto estratégico para el turismo, sino también para el tráfico de drogas y migrantes.

Cada año llegan para quedarse alrededor de 50 mil personas (un crecimiento demográfico de 10 por ciento anual). Ello provoca demanda de muchas cosas, no sólo servicios públicos, y si a ello se suma que Cancún es una ciudad muy joven (38 años de fundada) y falta de identidad, el resultado es un centro de población muy complejo, explica.

Aquí, por sólo 11 pesos se puede ir del primer mundo al tercero prácticamente sin escalas. El autobús de la ruta uno recorre la zona turística por el bulevar Kukulkán, donde hay desde hoteles de mil pesos por noche en habitación doble con todo incluido hasta los que cobran en dólares y tienen ayudantes que se encargan de hacerle la maleta al visitante y ponerle las pantuflas. Camaristas, jardineros y cocineros suben al autobús. Al terminar la zona hotelera empieza propiamente la ciudad: el palacio municipal, tiendas departamentales, la terminal de autobuses...

Después, el vehículo empieza a serpentear por calles cada vez más estrechas, donde se observan viviendas sin terminar, edificios de departamentos, casuchas… hasta que se detiene en una calle sin pavimento ni banquetas, cuartos mal techados, pies de casa en medio de terregales que dejan en la lengua un sabor a sal.

En Cancún se trabaja intensamente. Los horarios en el sector turístico son discontinuos; las familias padecen desintegración y muchos trabajadores llegan solos en busca de oportunidades.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Cancún es la ciudad mexicana donde se trabajan más horas a la semana. También tiene uno de los índices de suicidio más altos del país.

El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) señala que aquí es frecuente el fenómeno de los niños de la llave, que van a la escuela con una llave atada al cuello: al mediodía, al volver a casa, no habrá nadie para abrirles la puerta. Muchos usan llavero desde los siete años.

Greg Sánchez tiene muy poco tiempo para hablar de esos temas. Diez minutos para la entrevista (finalmente son 15) no alcanzan. En días recientes Cancún atrajo la atención nacional por los asesinatos del general Mauro Enrique Tello Quiñones y de Juan Ramírez Sánchez, sobrino del alcalde. Pero ello no ha mermado el turismo. El alcalde afirma que la ocupación hotelera es de 77 por ciento.

El asesinato del general no sólo fue un mensaje para mí, sino para todos los que queremos gobernar con responsabilidad, para todos los niveles de gobierno, apunta.

Dice que hay dos hipótesis sobre el homicidio. Una apunta a una venganza por su actuación en Michoacán, donde, dijo el edil, golpeó al crimen organizado cuando fue jefe de la zona militar. La otra es un atentado de la mafia local, para la cual representaba una amenaza. La manera en que los sicarios torturaron y mataron al militar, explicó, fue un mensaje para que nadie ajeno a su círculo de complicidades aceptara el cargo.

Es la primera vez que Sánchez Martínez, empresario, ocupa un cargo público. Dice que ésta es la crisis más fuerte que ha vivido su gobierno, pero asegura que la política “es la única trinchera que hay para cambiar el rumbo de las cosas.

Lamentamos que haya tenido que mancharse de sangre inocente este lugar para que fuera desarticulada esta célula en la entidad, señaló. Quienes asesinaron al general subestimaron la importancia del personaje al que estaban dañando. Fue una actitud soberbia, un reto al Estado mexicano.