L’Aquila, 10 de abril. Miles de personas, entre ellas familiares, autoridades y socorristas, despidieron este Viernes Santo, en el inmenso campo de la academia militar de L’Aquila, a 205 de las 290 víctimas del sismo que sacudió el lunes la región de Abruzos, en el centro de Italia.

Unas 5 mil personas, algunas de las cuales sufrieron desmayos, dieron el desgarrador adiós a amigos y allegados.

Los deudos rezaron ante 205 ataúdes de madera, muchos de ellos cubiertos con flores y fotografías de los fallecidos, dispuestos en cuatro filas en la plaza de armas de una academia de policía en la montañosa ciudad de L’Aquila, la más afectada por el sismo de entre 5.8 y 6.3 grados en la escala de Richter.

Los féretros, entre ellos los de 20 niños, incluyendo un bebé de sólo cinco meses, fueron ubicados sobre los ataúdes de sus madres, algunos con sus juguetes favoritos encima.

Gracias a una dispensa papal los funerales fueron realizados este Viernes Santo, día en que se conmemora la pasión de Cristo, durante el cual no se ofician misas, según la tradición católica.

Algunos dolientes besaron y abrazaron los féretros en la misa presidida por el segundo sacerdote de más alto rango del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone. La ceremonia comenzó con un mensaje del papa Benedicto XVI.

En estas horas dramáticas, cuando una aterradora tragedia ha asolado esta tierra, me siento espiritualmente presente entre ustedes y comparto su angustia, dijo el Papa en su mensaje.

El gobierno declaró día de duelo nacional. Las banderas ondearon a media asta, las tiendas bajaron sus cortinas, en los aeropuertos se suspendieron los despegues para cumpli con el minuto de silencio y los policías de tráfico se quitaron los chalecos de colores brillantes.

El primer ministro Silvio Berlusconi ofreció llevar a algunas de las miles de personas que quedaron sin hogar a sus villas lujosas, que están por todo el país.

También haré lo que pueda ofreciendo algunas de mis casas, expresó el magnate de los medios, de 72 años, quien es el segundo hombre más rico de Italia.

Sin mucha esperanza sigue en tanto la búsqueda de personas atrapadas entre los escombros. Los equipos de rescate quieren continuar hasta el Domingo de Pascua, cuando pondrán fin a la acción, obstaculizada una y otra vez en los últimos días por cientos de réplicas. Se estima que desde el lunes se han registrado más de 800 movimientos telúricos. Asimismo, las autoridades creen que entre los atrapados hay al menos 20 niños.

La atención se centra ahora en la reconstrucción de la región, que depende del turismo, la explotación agrícola y las empresas familiares, indicaron autoridades.

Cálculos estiman los daños en 3 mil millones de euros (unos 4 mil millones de dólares), pero su impacto en la economía italiana, en recesión, se espera limitado.

El gobierno anunció una investigación luego de que el presidente italiano, Giorgio Napolitano, dijo que construcciones de mala calidad podrían ser las culpables del colapso de modernos edificios que deberían haber sido a prueba de sismos.