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Por primera vez muestran en Alemania manuscritos que el músico legó a Gran Bretaña

Reabren la casa natal de Haendel en el 250 aniversario luctuoso del compositor
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Georg Friedrich Haendel (1665-1759)
 
Periódico La Jornada
Martes 14 de abril de 2009, p. 6

Halle, Alemania, 13 de abril. La casa natal del músico y compositor alemán Georg Friedrich Haendel (1685-1759), en la ciudad de Halle, en el estado federado de Sajonia-Anhalt, será reabierta este martes tras un periodo de restauración de ocho meses.

La reapertura, que se celebrará mediante un concierto con obras de Haendel, coincide con el 250 aniversario de la muerte del compositor barroco y desde este miércoles el público podrá visitar la casa-museo.

En el inmueble, próximo a la plaza del mercado, los visitantes podrán recorrer 14 salas, en las que se exhiben documentos de la juventud del músico en Halle (1685-1703) y de sus años de viaje y composición (1703-1759).

La muestra, que se titula Haendel: el europeo, permanecerá durante tres meses.

Admiración de Beethoven

En una oscura habitación con puerta muy baja de madera, Philip Adlung, director de la casa-museo, presenta en vitrinas iluminadas lo que para él es lo más sagrado, manuscritos de legó a Inglaterra y que desde entonces están en la Biblioteca Británica.

Son patrimonio cultural inglés y hasta ahora nunca se habían mostrado en Alemania, dice el director de la Casa Haendel.

Philip Adlung está orgulloso por los originales que se muestran de manera temporal, porque Haendel no legó a su ciudad natal objeto alguno, y la casa-museo no cuenta con originales del músico para exhibir.

Todos sus manuscritos y objetos personales están en Inglaterra, donde vivió casi medio siglo. Londres tenía entonces 800 mil habitantes y era la ciudad más grande del mundo; Halle tenía 15 mil habitantes, recordó Adlung. No debemos tomar a mal que se haya ido, agregó.

Tras la fachada de maderos cruzados de la Casa Haendel cuelgan en las paredes muchos grabados e imágenes, así como citas de quienes hablaron del músico. Haendel es el compositor más grande que haya vivido nunca (...) me descubriré la cabeza y me arrodillaré ante su tumba, dijo por ejemplo Beethoven, en 1823.