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Se proyectó ante familiares biológicos y adoptivos de Gallangos

Presentan función especial de Trazando Aleida en la Cineteca
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Aleida Gallangos Vargas, en primer plano, en un fotograma del documental
 
Periódico La Jornada
Sábado 16 de mayo de 2009, p. 9

El documental Trazando Aleida “se ha convertido en la lente para darnos cuenta de lo que fue la guerra sucia y la desaparición forzosa. Es la lente histórica y, sobre todo, da aliento” a quienes aún buscan desaparecidos políticos o familiares de los que fueron separados, dijo Fernando Santaella. A juzgar por el aplauso con el que sus palabras fueron recibidas, muchos de los reunidos en la sala de la Cineteca Nacional compartían su sentir.

Cuando Santaella dice que con la cinta uno se puede dar cuenta de lo que fue la guerra sucia, habla en nombre de los demás. Él, desgraciadamente, sabe demasiado bien de qué se trató. A su hermano Roberto Antonio lo desaparecieron. Aleida, la protagonista del documental, es hija de Antonio. Me queda mostrar nuestra gratitud a ti, Christiane (Burkhard), por esa gran colaboración que has prestado a nuestra familia, a la nación, pero también a la humanidad, dijo a la directora.

Trazando Aleida (2007) trata sobre el primer caso conocido de niños hermanos separados por la guerra sucia que se rencuentran y recuperan su identidad. Narra la búsqueda que hace Aleida Gallangos Vargas de su hermano Lucio Antonio, de quien fue separada en 1975, cuando ella tenía dos años y él cuatro, debido a la desaparición forzosa de sus padres, Carmen Vargas y Roberto Antonio Gallangos, integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre.

La cinta se presentó en función especial, este jueves, con la numerosa presencia de familiares biológicos y adoptivos de Gallangos Vargas, entre ellos su abuela paterna y su padre adoptivo, además de integrantes de organizaciones como H.I.J.O.S y el Comité 68. Los hermanos rencontrados, Lucio y Aleida, viven en Washington y no estuvieron presentes.

El padre adoptivo de Aleida, Alejandro Gorostiola, recordó a la extinta Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, con la que, simplemente hicieron faramalla tremenda, sin que hubiera resultados.

Su hermano Carlos, amigo del padre de Aleida, le encargó a la niña. Poco después, Carlos fue asesinado. Siguió: A mi hermano Francisco lo desaparecieron. Se lo llevó el Ejército. Iba con su compañera Eva, embarazada; si sobrevivió, he de tener un sobrino por ahí.

Se le quebró la voz cuando dijo: Quiero decirle a mi hermano, que está sepultado, que cumplimos con el encargo que nos dio, cuidar de Aleida.

Entre el público se identificó un hombre que dijo haber conocido a Aleida cuando tenía dos años, en una casa de seguridad de la Liga Comunista 23 de Septiembre.

Lo que ocurrió en ese tiempo fue una cacería de Estado, dijo Santaella respecto de los años 70. Lo más triste es que el Poder Judicial está al servicio del dinero. Acaban de exonerar a Luis Echeverría, y si eso pasó, fue porque el presidente actual dio luz verde.

Quirina Cruz, abuela paterna de Aleida, fue quien inició toda la búsqueda: buscó infatigablemente a Aleida hasta dar con ella, 27 años después. Cuando su abuela la encontró, Aleida recuperó su identidad original. Y fue ahí cuando a su vez buscó a su hermano Lucio Antonio, misión que la llevó a Washington.

Me siento contenta por haber encontrado a mis nietos, pero no estoy tranquila por no saber de mis hijos, dijo Quirina Cruz.

Trazando Aleida se proyecta en la Cineteca Nacional y salas comerciales.