Trabajadores de la Coalición Petrolera Independiente marcharon ayer a Los Pinos para demandar la destitución del líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, por corrupción, robo de los recursos de la organización, relección fraudulenta y violación a los estatutos del gremio y a la ley.

Los trabajadores partieron alrededor de las 9:30 de la mañana del Ángel de la Independencia rumbo a la residencia oficial y tomaron por Paseo de la Reforma, encabezados por el presidente nacional de esta coalición, Mario Ross.

El dirigente planteó que los líderes del sindicato petrolero no sólo han incurrido en un robo atroz de recursos del gremio, sino también de la propia paraestatal, además de que hay una total antidemocracia, al grado de que han desaparecido trabajadores disidentes.

No hay rendición de cuentas ni información sobre el destino de los fondos sindicales y de las múltiples entregas de dinero de Pemex al gremio, además abundan los negocios personales de los dirigentes en todo el país, usando al sindicato, pero como Romero Deschamps es aliado del gobierno, no lo tocan.

Sobre todo porque diversos montos que entrega Pemex a los petroleros son canalizados para pagar, por ejemplo, los acarreos a los mítines políticos en favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI), así como entrega de obsequios, traslado de votantes, etcétera, por lo que está claro que de esta forma Carlos Romero Deschamps paga el blindaje que le han creado, e incluso absurdamente ha salido librado de procesos penales en los que se ha probado su culpabilidad, señaló.

Incluso, comentó, a pesar de que un magistrado ordenó que se le quitara la toma de nota por haber violentado los estatutos en su relección más reciente, la Secretaría del Trabajo se la volvió a entregar, lo que evidencia que la autoridad laboral y el gobierno apoyan a los líderes que quieren, aun cuando delincan.

En Los Pinos, esta organización entregó diversos documentos para probar el desvío de recursos en el gremio petrolero del año 2000 a la fecha.