Sociedad y Justicia
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Ayer fueron operados 25 niños por labio o paladar hendido

Redobla esfuerzos el Hospital Infantil para atender deformaciones congénitas
 
Periódico La Jornada
Domingo 25 de octubre de 2009, p. 33

El Hospital Infantil de México (HIM) Federico Gómez otorga alrededor de 4 mil consultas al año por malformaciones congénitas, la mayoría de ellas de labio y paladar hendido. Aunque los pacientes son atendidos por un grupo multidisciplinario de especialistas, la realización de la primera cirugía plástica puede demorar varios meses por la saturación que existe en los quirófanos de la institución. Con la finalidad de tratar de ganar la carrera a la demanda, los médicos realizan campañas de cirugía intramuros, como la que tuvo lugar ayer para operar a 25 niños.

Enrique Ochoa Díaz-López, jefe del Departamento de Cirugía Plástica, destacó la importancia de apoyar a los niños que nacen con labio y/o paladar hendido, así como la necesidad de que lo más pronto posible inicien su rehabilitación. Señaló que los afectados por esta malformación congénita son totalmente normales y pueden tener un desarrollo como el resto de los niños.

Comentó que este problema de salud se presenta en uno de cada 700 niños nacidos vivos. Su origen es multifactorial, con un componente hereditario y otro externo, vinculado con la consanguinidad de los padres, la alimentación, el consumo de vitamínicos que condicionan el desarrollo del padecimiento. También afecta la exposición de las mujeres embarazadas a los aceites esenciales, base para la fabricación de perfumes o sprays.

Cualquiera de estos factores puede alterar el desarrollo del feto en las primeras semanas de gestación. El especialista explicó que en la cuarta semana se cierra la estructura del labio, y el paladar lo hace en la décimo segunda.

Constanza García Delgado, médica adscrita al Departamento de Genética del HIM, comentó que el riesgo de que una pareja tenga un hijo con alguna malformación congénita es de 3 por ciento. Éste se incrementa si existen antecedentes familiares o exposición a las sustancias mencionadas, así como al consumo de alcohol y tabaco de la mujer embarazada.

Ochoa Díaz-López resaltó que el tratamiento de rehabilitación de los pacientes puede iniciarse desde los tres meses de edad con la primera cirugía para corregir la fisura labial. Al año o año y medio, aproximadamente, se interviene el paladar, y conforme el niño crece es sometido a diversas terapias de foniatría, audiología, odontología, entre otras.

El objetivo es que su desarrollo sea lo más normal posible y, en su caso, se corrijan las deficiencias. De esta manera, el tratamiento tiene una duración aproximada de 18 años. En este tiempo, explicó el especialista, se logra además de una buena apariencia estética, la funcionalidad de la persona, principalmente en el habla, de entre 85 a 92 por ciento. Sin embargo, no son pocos los casos de pacientes que tienen un lenguaje normal.

La campaña de cirugía intramuros que se efectuó ayer en el HIM fue una más de las que continuamente encabeza Ochoa Díaz-López en el país. Esta es la alternativa que los médicos han utilizado para atender a un mayor número de niños. Y es que, explicó el doctor Santino Figueroa, en en este nosocomio la programación de cirugías cráneo-faciales está llena hasta junio de 2010.