Opinión
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Tumbando Caña

Jazz cervantino

E

l Festival Internacional Cervantino (FIC) ha llegado a su conclusión y es menester hacer algunas reflexiones. Comencemos por el jazz.

Con una programación que a primera vista se notaba de tabla media hacia arriba, la 37 edición del FIC cumplió con una serie de propuestas que si bien no estuvieron a la altura de lo esperado, sí tuvieron momentos relevantes.

Todo comenzó el sábado 17 de octubre pasado con Euterpe, agrupación zacatecana con 15 años de experiencia musical, que finca su trabajo en el estudio y práctica de los métodos y maneras propias de la improvisación contemporánea explorando sus amplios territorios con excelente control de la sonoridad y cuya estrategia y planteamiento parte de un repertorio alejado de los estándares del jazz. La unión de tres talentos musicales: el baterista y compositor José Chew, el guitarrista Arnoldo Puente y el bajista Quetzal Rosales, hace posible esta agrupación representante de la vanguardia y desarrollo del jazz en la parte norte del país.

A la semana siguiente y en el mismo espacio, Ex Hacienda de San Gabriel, se presentó el dueto de Juan Manuel Arpero y Esperanza González, acompañado por Enrique Nery y su Trío; ofrecieron un programa en el que la expresión operística, la canción popular y el jazz se conjugaron en un todo expresivo para borrar las brumas que en ocasiones rodean a la música. Fue un concierto atrevido, pleno de giros emocionales que no sólo denotó originalidad, sino maestría en la conjunción.

Perata, en deuda

Ni los más acérrimos seguidores de Paté de Fuá, grupo en el que toca Guillermo Perata, hubieran admitido la errática actuación del trompetista argentino. Este inquieto músico, que ha caminado ya un buen tramo de la escena musical mexicana poniendo al día sus ideas y las de otros, tuvo la osadía de revivir la agrupación con la que se inició en su país, Los Rolling Stompers, con la ayuda de algunos de los más destacados jazzistas nacionales. Sin embargo, si hubiera madurado su concepto grupal y puesto a tono el repertorio ofrecido, creo que la cosa le hubiera resultado mejor. Por el momento Los Rolling Stompers y Perata quedaron a deber.

Paquito y su detalle

Que las big bands sean un lujo para la invención no se le escapa a nadie y menos a Paquito D’ Rivera, quien expresó su agradecimiento a Eugenio Elías por haberle cumplido el detalle de presentar su música en el FIC, con una selección de los mejores músicos residentes en el país. Una orquesta, la Zinco Jazz Band, correcta, elegante y multinacional, señaló el mago del clarinete y el sax alto. El centenario del nacimiento de Benny Goodman y la exposición de unas dinámicas partituras fueron el pretexto de su participación. (¿Por qué me invitaron hasta ahora) Su técnica depurada, fiato incuestionable con el trompetista Diego Urcola y delicado sentido del ritmo, del humor y del relato, transformaron su espectáculo en uno de los más memorables del Cervantino 2009.

Antonio Sánchez, para quitarse el sombrero

Tras una agitada gira europea, luego de hacer escala en el mítico Blue Note y presentarse dos ocasiones en la ciudad de México, Antonio Sánchez recaló en el Cervantino con sus colegas de viaje: el reconocido guitarrista de sesión Adam Rogers y la estrella del contrabajo Scott Colley.

Antonio Sánchez es un baterista al que le gusta transmitir a quien lo escucha su entusiasmo y las múltiples cualidades de forma de tocar.

Adam Rogers es un guitarrista fino que va haciendo el bordado armónico-melódico que viste lo que construye Colley. La manera en que Toño organiza sus interpretaciones parte del apoyo de estos dos elementos, que funcionan de manera espléndida y llegan a niveles de entendimiento y complicidad sorprendentes, ofreciendo una música cargada de sugerencias que son evidentes, pero que en ocasiones es necesario descubrir. De lo mejor del festijazz cervantino.

Coda

El ciclo de Jazz Cervantino cerró con la actuación de la quebequense Susie Arioli, quien ajustándose a un formato de bajo, guitarra y snare drum, que ella ejecuta, sorprendió por su voz dulce y cálida, así como por un repertorio de jazz, blues y western swing.