El Fondo Mundial de Lucha contra Sida, Tuberculosis y Malaria financiará con 70 millones de dólares las estrategias que México realice durante los siguientes cinco años para prevenir la transmisión del VIH/sida entre hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH) y usuarios de drogas inyectables (UDI), informó José Antonio Izazola, director del Centro Nacional para la Prevención y Control del Sida (Censida).

La decisión se dio a conocer durante la reunión de la junta de gobierno de ese organismo que se realiza en Etiopía. De esa manera se ratificó la evaluación del comité técnico que otorgó a la propuesta mexicana una calificación de 2 y recomendó solicitar aclaraciones menores al documento.

El fondo mundial financia los proyectos de países de bajos ingresos y, principalmente de aquellos donde la prevalencia de la enfermedad es superior a 5 por ciento de la población. El Censida gestionó desde hace varios años que se tomara en cuenta la situación de México, principalmente por los casos de los HSH y UDI.

Izazola explicó que el apoyo del organismo internacional se divide en dos periodos. El primero de dos años, durante los cuales se recibirán 31 millones de dólares. Una evaluación sobre los avances y resultados obtenidos en este ciclo determinará la continuación de la ayuda hasta completar 70 millones de dólares.

De acuerdo con el proyecto de Censida, en el primer año se realizará un diagnóstico sobre la situación del padecimiento entre los HSH y UDI. Es necesario saber con precisión dónde están, cuáles son sus riesgos, las motivaciones que tienen para evitar el uso del condón en sus relaciones sexuales, así como para aumentar o disminuir el número de sus parejas.

En entrevista, Izazola comentó que de todo esto se conocen pedacitos, mientras otros estudios no se han realizado. El último sobre comportamiento sexual de los mexicanos se efectuó hace 15 años.

Entre otras variables que tampoco han sido tomadas en cuenta en el diseño de las acciones preventivas está la práctica de los HSH que buscan tener sexo sin protección. De manera consciente buscan adquirir o transmitir el VIH.

Los mensajes que enfatizan la responsabilidad de protegerse y cuidar a los otros carece de impacto en estos grupos, señaló el funcionario.

Con los UDI, el proyecto indica, además del diagnóstico, realizar acciones con la perspectiva de reducción de daños y una estrecha asociación con programas de rehabilitación de adictos.

Lo preferible es que las personas dejen las drogas, pero cuando esto no es posible lo que se debe hacer es evitar que adquieran o transmitan el virus, explicó Izazola.

Los recursos aprobados por el fondo mundial se entregarán a México en el segundo semestre de 2010.