Estados
Ver día anteriorViernes 13 de noviembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

En un video afirma que le gusta la cárcel

Nayarit: acusado de vejar a jóvenes, libre
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 13 de noviembre de 2009, p. 34

Tepic, Nay., 12 de noviembre. Martín Eduardo Morelia Ramos, uno de los cuatro detenidos como presuntos responsables del secuestro, tortura y presunta violación de cinco adolescentes, fue liberado hoy por orden de un juez que lo encontró inocente, informó Héctor Béjar Fonseca, procurador de Justicia del estado, al comparecer ante el Congreso local.

El procurador presentó un video donde el hoy excarcelado dice que se había declarado culpable porque quería estar con sus amigos en la cárcel, ya que me gusta estar ahí.

El 26 de octubre Morelia Ramos fue aprehendido, se declaró culpable ante la prensa e incluso narró la forma en que, junto con los otros tres detenidos (Daniel Abraham Rentería Solano, Miguel Ángel Alemán Solís y Jonathan Ibarría Gómez), sorprendió a los cinco estudiantes de preparatoria que supuestamente robaban en una casa y los secuestraron, golpearon y obligaron a besarse en la boca, como se muestra en un video enviado al portal YouTube.

Ante la prensa dijo que quienes planearon todo fueron unos contratistas de Puerto Vallarta a quienes sólo conoce por sus apodos.

El lunes pasado la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) señaló en un comunicado que Morelia Ramos no pudo haber participado en los hechos porque el día en que ocurrieron (13 de octubre) se encontraba encarcelado por diversos delitos, y los otros tres detenidos señalaron haber sido golpeados por agentes de la Policía Estatal Investigadora para que se declararan culpables.

En el video, supuestamente captado por una reportera –a la cual no se identifica y tampoco aparece a cuadro–, Morelia dice que se declaró culpable porque los otros tres detenidos son mis cuates, y yo quería estar con ellos en la cárcel, porque acababa de salir y me la paso bien ahí’.

La declaración causó hilaridad entre algunos de los presentes en las salas del Congreso, donde se observaba la comparecencia (a puerta cerrada) por medio de pantallas.