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Convocado a las 10 de la mañana, por falta de quórum empezó con más de 7 horas de retraso

Desairan líderes históricos y coordinadores encuentro del Consejo Nacional perredista

Circula en Oaxtepec propuesta para que en el congreso de hoy se discuta la renuncia de la dirigencia

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El líder nacional del PRD, Jesús Ortega, habla ante un auditorio semivacío durante el encuentro del Consejo Nacional del partido, previo al congreso refundacional que empieza hoy en Oaxtepec, MorelosFoto José Antonio López
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Periódico La Jornada
Jueves 3 de diciembre de 2009, p. 15

Oaxtepec, Mor., 2 de diciembre. Con siete horas y media de retraso, un quórum incierto y la ausencia de liderazgos históricos, coordinadores parlamentarios y mandatarios estatales, el PRD realizó una reunión de trámite de Consejo Nacional, antesala de su congreso de refundación que empieza este jueves.

Aprobado a mediados de año, dicho encuentro fue pospuesto dos veces; su primera convocatoria establecía el inicio de los trabajos a las 10 de la mañana de este miércoles, pero a esa hora sólo había una veintena de consejeros. A las 12:55 se habían reunido 75 de 343 integrantes de este órgano. A las 14:30, con sólo 86, el dirigente nacional del partido, Jesús Ortega, se vio obligado a solicitar un receso hasta las 17 horas sin el órgano deliberativo instalado.

Los pocos perredistas reunidos en el Centro Vacacional Oaxtepec se dispersaron, y a las 17:30 horas, ante un auditorio semivacío, el presidente del Consejo Nacional, Camilo Valenzuela, finalmente arrancó los trabajos: hay 164 consejeras y consejeros registrados. Nadie sabe dónde está la mayoría, pero vamos a dar inicio.

La relevancia de este encuentro del consejo radica en que sus integrantes tenían que aprobar temas relacionados con la preparación del 12 Congreso Nacional, con carácter refundacional, incluido su presupuesto y un cambio en la convocatoria para definir reglas de funcionamiento y tomas de decisión.

Con Jesús Ortega al micrófono en su carácter de primer orador, Camilo Valenzuela tuvo que intervenir para poner orden entre los asistentes, cuyo murmullo opacó la frase inicial de su dirigente nacional. Este es un auditorio sensible y se escucha cualquier cochupo que estén realizando, dijo a sus compañeros de partido.

Restaurado el orden, Ortega aseguró en su intervención que el congreso es el acontecimiento político más importante de estos meses y, no dudo, de estos años, con una alta expectativa entre amplios sectores de la población, mediáticos y políticos, que estarán pendientes de si el PRD sale más fuerte, porque estará más unido; si sale como alternativa de gobierno.

Sostuvo que hay tres actores políticos que combaten al sol azteca: los ultraconservadores, la ultraderecha, que no está dispuesta a dejar que se avance en la igualdad y respeto a los derechos de las mujeres.

Recordó que en 17 estados ya penalizaron las causales de aborto y pretenden asaltar las resoluciones del Congreso de la Unión, y van avanzando si el PRD y las fuerzas progresistas no nos convertimos en valladares. Que nadie se equivoque, la presidenta del PRI (Beatriz Paredes) es cómplice de esta acción legislativa reaccionaria, a lo que un perredista gritó: ¡ni un voto más al PRI!

El segundo enemigo perredista –dijo– es el grupo de gobernadores del PRI y del PAN que se han convertido en caciques. Mencionó al priísta Fidel Herrera, de Veracruz; al de Puebla, al de Coahuila. ¡También Peña Nieto! –le gritaron, pero Ortega siguió su discurso. ¡Peña Nieto! –le insistieron, y Ortega continuó, ¡Peña Nieto! –volvieron a gritar.

Peña Nieto, desde luego –concedió. “Esos caciques están siendo conducidos por el principal: Enrique Peña Nieto, quien quiere ser presidente apoyándose en poderes autoritarios, casi dictatoriales, y en poderes fácticos, como algunos medios electrónicos de comunicación”, concluyó, sin mencionar en su discurso uno de los temas incluidos en el orden del día: la lucha del Sindicato Mexicano de Electricistas luego de la desaparición de Luz y Fuerza del Centro.

Pasadas las 20 horas se habían registrado 176 consejeros, tomaron la palabra 10 oradores y comenzaba a circular una propuesta del Movimiento Cívico pidiendo que en el Congreso Nacional se discuta la renuncia inmediata de toda la dirigencia perredista y el nombramiento de un colectivo para una verdadera refundación. Otros recibieron mensajes vía telefónica de Agustín Guerrero en el mismo sentido, lo que fue calificado por la dirigente de su corriente, Dolores Padierna, como puro protagonismo.

Los consejeros decidieron que una vez que el IFE acepte los resolutivos del congreso se convoque a Consejo para aprobar las tareas de planeación, ruta crítica, ejecución de programas, integración de órganos autónomos y renovación de órganos de dirección y demás acciones que deriven de las reformas.

Luego de un largo debate, los perredistas definieron el procedimiento para aprobar los resolutivos. Para validar en lo genera cualquier propuesta se requiere de las dos terceras partes de los congresistas presentes. Si existen algún disenso bastará con 60 por ciento de los votos de éstos. Cuando dicho desacuerdo no se pueda resolver en las mesas de trabajo deberá pasar al pleno, y para su aprobación de requerirá 60 por ciento de los congresistas presentes. La reunión del Consejo y el congreso representarán para el PRD una erogación de 10 millones de 570 millones de pesos.