Ochenta por ciento de niños mexicanos padece problemas de violencia, tanto en el seno familiar y el ámbito escolar como debido a sucesos relacionados con el crimen organizado y la ocupación militar en algunas regiones del país, aseveró María Josefina Menéndez Carbajal, directora en México de la organización Save the Children.

Manifestó que, de acuerdo con cifras oficiales, sólo el año pasado más de 5 mil niños murieron por acciones relacionadas con el crimen organizado y operativos del Ejército, por lo que apremió al gobierno federal a que asuma “la protección de la niñez como la verdadera agenda de seguridad nacional.

Si escuchamos a los niños veremos que en muchos lugares están asustados y preocupados, porque han visto desaparecer a algún compañero o han visto atentados. En la escuela cercana donde nosotros trabajamos en Tijuana aparecieron víctimas del crimen organizado, advirtió Menéndez Carbajal.

La seguridad, resaltó, no debe pasar por la militarización del país. En cambio, hay que poner énfasis en el tema de la inversión para generar empleo y mejorar las condiciones de vida de la población, porque los niños educados y queridos difícilmente se vinculan con el crimen organizado, apuntó.

Fundada en 1919 en Inglaterra y con presencia en 124 países, Save the Children comenzó actividades en México hace 36 años. A la fecha atiende a 140 mil menores en 17 estados. La directora de la organización expresó que en los pasados cuatro años la violencia es el gran tema en el trabajo cotidiano, tanto con los niños en los centros de desarrollo infantil, talleres, ludotecas y las escuelas de México donde la organización tiene presencia, como promoviendo acuerdos y compromisos con padres de familia, maestros y autoridades para crear redes de protección de la infancia y promover la protección de sus derechos.

Consideró que el asesinato de 16 adolescentes en Ciudad Juárez, Chihuahua, es ejemplo de la violencia que enfrenta la infancia mexicana, pero advirtió que ésta se produce todos los días en otras ciudades, como Torreón y Tijuana, o entidades como Sinaloa, Sonora, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Chiapas, estado de México, Distrito Federal y su área metropolitana, con efectos durísimos para las familias y muy difíciles para la niñez, como el hecho de quedar huérfanos.

Los indicadores son claros. Donde hay violencia contra las mujeres también existe contra los niños. No es un fenómeno aislado, dijo Menéndez Carbajal.