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Absurdo, el informe de la AIEA, afirma el ayatola Ali Jamenei

Dice el líder supremo iraní que su país no está tratando de obtener armas atómicas
 
Periódico La Jornada
Sábado 20 de febrero de 2010, p. 19

Teherán, 19 de febrero. No creemos de ninguna manera en el arma atómica y no estamos tratando de obtenerla, afirmó hoy el líder supremo iraní, el ayatola Ali Jamenei, al comentar la publicación de un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en el que se declaró por primera vez preocupada por la posibilidad de que Teherán intente desarrollar en secreto una carga explosiva nuclear para un misil.

Recientemente, funcionarios occidentales y estadunidenses reiteraron comentarios obsoletos y absurdos de que Irán se propone fabricar armas nucleares, dijo Jamenei en un discurso ante jefes militares de su país.

Como máxima autoridad iraní, Jamenei pocas veces se pronuncia sobre el desarrollo de la industria nucleoeléctrica y la investigación científica atómica en la república islámica, salvo cuando se ha intensificado la controversia con Occidente en el último lustro.

Tras la publicación del informe el jueves, los gobiernos de Francia y Alemania reiteraron sus llamados a detener los planes de Teherán, mientras que Rusia, que ha colaborado con las actividades iraníes en materia atómica, pidió al gobierno del presidente Mahmud Ahmadinejad que despeje la sospecha planteada el jueves por la AIEA en su reporte.

Pese al cambio de tono del gobierno de Dimitri Medvediev, expresado por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Andrei Nesterenko, el vicecanciller Serguei Riabkov dijo que es inaceptable la propuesta del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, de imponer sanciones paralizantes a Irán para detener su programa nuclear.

En una nueva respuesta a la información sobre el caso, el jefe de la Agencia Atómica Iraní, Ali Ashgar Soltanieh, puso en duda la validez oficial del informe que supuestamente tuvo carácter confidencial, antes de salir a la luz pública el pasado jueves en Viena, sede de la AIEA.

Cuando nos mostraron esos documentos, ninguno de ellos tenía sellos confidenciales o secretos. Así quedaba demostrado que todos los documentos fueron inventados o que son infundados, dijo Soltanieh.