Toluca, 19 de marzo. Con elogios recíprocos, este viernes el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, y la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, refrendaron fidelidades cruzadas, luego del conflicto que sortearon por la firma de un acuerdo con el PAN para evitar que los blanquiazules se unieran al PRD u otro partido para enfrentar los comicios de 2011 en la entidad.

En la asamblea de la Federación Nacional de Municipios de México AC (Fernamm), Peña Nieto reconoció la labor de Paredes como dirigente, y ésta, a su vez –frente a ediles priístas de todo el país–, le agradeció por prestigiar al tricolor con su trabajo y buen gobierno.

Desayunaron en la residencia oficial del gobierno mexiquense, junto a la mesa directiva de la Fenamm. Al mediodía se trasladaron a un hotel de la ciudad para atestiguar la asunción del alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila Villegas, cercano a Peña Nieto, como nuevo presidente del organismo, en sustitución de Jesús Vizcarra Calderón, ex edil de Culiacán y actual precandidato al gobierno de Sinaloa.

Durante el acto, el gobernador, en nombre del priísmo mexiquense, elogió la gestión de Paredes como dirigente del tricolor, pues ha realizado “una labor incansable para construir posiciones de gobernabilidad en nuestro país.

Quiero reconocer su valor, su decisión y su congruencia para no caer en las provocaciones de partidos opositores, que llenos de injuria, de descalificación y de mentira quieren llevarnos a caminos que no corresponden a la actividad política, dijo Peña Nieto.

Antes, Paredes había saludado al priísmo mexiquense por los buenos resultados obtenidos en los comicios del año pasado.

Recalcó que el partido gobierna a 62 por ciento de los mexicanos, lo que implica que el Revolucionario Institucional es la primera fuerza política del país y lo seguirá siendo en 2010.