El Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche aseguró que la Secretaría de Economía se niega a que el gobierno mexicano demande ante el Comité de Controversias del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a Estados Unidos por la práctica de dumping en la importación de leche en polvo.

En entrevista, Álvaro González Muñoz, presidente de dicha organización, detalló que al rehuir su responsabilidad en el tema, dicha dependencia contribuye al deterioro de la economía de los productores nacionales, con lo cual condena al sector a desaparecer por no mostrar voluntad política para resolver el problema.

Desde 1994 han desaparecido más de 250 mil productores de leche y sólo sobreviven 200 mil, quienes correrán la misma suerte si no se hace algo contra la competencia desleal de la leche deshidratada subsidiada, y en general de sólidos lácteos que vienen de Estados Unidos.

Tras detallar que el año pasado entraron a México 200 mil toneladas de leche en polvo, más de 80 mil de sueros y una cifra similar de quesos; y en total se calcula que son cerca de 500 mil de sólidos lácteos, González Muñoz indicó que al ingresar leche barata al país no sólo las empresas mexicanas y trasnacionales dejan de comprar el producto a los nacionales, sino también los obligan a vender más barato, incluso por debajo del precio de producción, pues un litro de leche cuesta poco más de cinco pesos y aquí lo pagan en 4.50.

González Muñoz manifestó que la reunión para tratar el tema con distintas organizaciones productoras del lácteo, programada para esta semana, fue cancelada de manera unilateral por esa dependencia, que ha protegido la práctica ilegal del vecino país.

Dijo que los productores nacionales de leche lamentamos la actitud de la Secretaría de Economía de posponer una demanda formal del gobierno mexicano ante el Comité de Controversias del TLCAN, mientras los importadores de leche en polvo se enriquecen porque compran muy baratos los sueros para fabricar quesos, yogures y hasta compuestos alimenticios adulterados.

Al respecto, sostuvo que la Secretaría de Salud (Ssa) hace oídos sordos para investigar y determinar el problema de adulteración de leche y sus derivados que se venden públicamente en las grandes tiendas comerciales. Hemos llevado a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) leche en polvo adulterada, y no tenemos respuesta. No sabemos si quieren que les llevemos muertos por envenenamiento con esa leche.

También lamentó que en el contexto del TLCAN se haya puesto a competir en igualdad de circunstancias a los productores de leche nacionales con los de los otros países firmantes del acuerdo comercial, pues ellos tienen alta tecnología, y aunque resaltan que nos dieron 15 años para capacitarnos y tecnificarnos antes que se retiraran los aranceles a las importaciones, en los hechos entraba leche sin pagar impuestos.