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Condena EU el atentado al templo sufí; nadie lo ha reivindicado

Lahore, en estado de alerta máxima por temor a ataques de islamitas paquistaníes
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Familiares de un paquistaní muerto durante el atentado del pasado jueves en la ciudad de Lahore participan en la velación de los restosFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 3 de julio de 2010, p. 23

Lahore, 2 de julio. Esta ciudad, la segunda de Pakistán, se declaró este viernes en estado de alerta máxima, un día después de que un atentado en un mausoleo musulmán de la fracción sufí, repleto de fieles, causó la muerte a 43 personas y dejó heridas a unas 112.

Miles de paquistaníes llegaron hasta el centro de Lahore para protestar por estos ataques, que no han sido reivindicados por organización armada alguna, pese a que las autoridades culpan al talibán paquistaní, aliado de las fuerzas políticas que gobernaron Afganistán hasta la invasión de Estados Unidos de 2001.

El Movimiento de los Talibanes de Pakistán, por medio de un portavoz que llamó desde la clandestinidad a medios extranjeros, rechazó nexos con el atentado y aseguró que es un complot de agencias extranjeras, porque no atacamos lugares públicos.

Anteriores atentados en Lahore y otras localidades del país fueron adjudicados por el talibán paquistaní, que en 2007 declaró la guerra santa (jihad) al gobierno de Pakistán, al tiempo que el líder de la red Al Qaeda, Osama Bin Laden, hizo una declaración en el mismo sentido.

El talibán paquistaní tiene su principal zona de operación en provincias del norte, limítrofes con Afganistán, donde es objeto de una ofensiva gubernamental desde hace varios meses, en respuesta a diversos ataques de los insurgentes islámicos radicales.

Paquistaníes entrevistados entre la muchedumbre que se manifestó en Lahore –de unos 10 millones de habitantes, en el oriente del territorio– para reclamar al gobierno que detenga la espiral de violencia en el país, dijeron que los atentados son consecuencia de la participación de las fuerzas armadas de Islamabad en el conflicto de Washington con los talibanes afganos y Al Qaeda, lo que ha provocado a los grupos radicales del Islam que rechazan la intervención estadunidense.

A raíz de que el conflicto afgano se concentró en las provincias fronterizas con Pakistán y el ejército del país se involucró en operaciones de contención territorial, ha habido unos 400 atentados y ataques que causaron la muerte de unas 3 mil 450 personas.

Desde Washington, el Departamento de Estado condenó el brutal atentado al santuario de Data Darbar, que contiene la tumba del santo sufí Data Ganj Bakhsh, que predicó el Islam en Asia del sur en el siglo XI y murió en Lahore en 1077. El hecho fue atribuido por Estados Unidos a los extremistas que no respetan la dignidad humana ni los valores religiosos fundamentales.