Buenos Aires, 13 de julio. En una emotiva ceremonia organizaciones de derechos humanos despidieron hoy los restos del ex sacerdote tercermundista irlandés Patrick Rice, una de las figuras entrañables en la lucha por la justicia aquí y quien fue víctima de la pasada dictadura militar (1976-1983).

Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto a Hijos y familiares de desaparecidos y representantes de organizaciones sociales, que destacaron también su lucha junto a los pobres, se reunieron esta mañana para homenajear a quien calificaron como un hombre transparente, con una inacabable capacidad de amor por el pueblo, quien sufrió terribles torturas durante su paso por centros clandestinos de detención y nunca dejó de luchar por la verdad y la justicia.

Ex cura obrero, fue secuestrado por un grupo de tareas el 11 de octubre 1976 y pudo ser salvado por la presión de diplomáticos de su país y de la Fraternidad Hermanos del Evangelio Charles de Foucauld, a la que pertenecía.

Cuando fue liberado, debió alejarse del país y se radicó en Londres desde donde regresó al finalizar la dictadura, abandonando los hábitos para casarse con Fátima Cabrera, que había sufrido torturas junto a él, alfabetizadora e integrante también del Observatorio de Derechos Humanos (ODH). Tuvieron tres hijos, que junto con ellos son militantes de esos mismos organismos.

En uno de sus últimos trabajos, Rice, nacido en 1945, escribió el prólogo del Informe anual de la situación de los Derechos Humanos en la Ciudad de Buenos Aires 2009, denunciando en estos tiempos, la pobreza y la actitud persecutoria del actual jefe de gobierno de la ciudad Mauricio Macri. Denunció además las numerosas vulneraciones a los derechos humanos bajo el gobierno de la ciudad.

Rice trabajó con los familiares de desaparecidos y víctimas de las dictaduras en América Latina y en el actual Observatorio fue uno de los que más luchó por evitar que se armara con pistolas Tasser -que inmovilizan mediante un choque eléctrico de altísimo voltaje a sus víctimas- a la nueva policía metropolitana que creó Macri.

Por una extraña circunstancia la jueza, Andrea Danas, resolvió justamente hoy prohibir el uso de esta arma. La titular del juzgado 9 de esta ciudad, le dio la razón al ODH, que mediante un amparo había objetado la utilización de dichas armas.

Fueron consideradas por la magistrada las consideró como un instrumento de tortura, prohibiendo su uso, a la vez que pidió resguardar el principio de legalidad y proteger la integridad física de todas las personas que se encuentran en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires, evitando situaciones de impunidad policial ante un uso abusivo de este tipo de armas que no dejan marcas sobre el Cuerpo, según dijo en su resolución.

En su nota de despedida el ODH señala que a nuestro irlandés se le detuvo su apasionado corazón cuando se proponía lograr la ratificación de los países a la Convención contra la Desaparición Forzada de Personas, para la triste realidad de que sea un derecho no ser víctima de la desaparición forzada. Había viajado por el mundo con este proyecto que lo llevó a Washington. Murió de un infarto en el aeropuerto de Miami, en tránsito hacia Argentina. Sus hijos recordaron hoy sus palabras en el Libro En Medio de la Tempestad, en el que narra sus torturas, asombrado de la capacidad de crueldad algunos seres humanos pero también sostiene su esperanza en la humanidad.

Por otra parte, a raíz de los últimos juicios y los testimonios y pruebas que se han revelado en todo el país, la justicia ha puesto la mirada sobre jueces en diversos lugares, por su participación en la pasada dictadura militar.

Los camaristas Luis Francisco Miret, Otilio Romano, entre otros magistrados y ex fiscales mendocinos, son acusados por omitir denuncias, avalar detenciones ilegales y no investigar torturas durante la última dictadura militar.

A pesar de cientos de denuncias sobre desapariciones, asesinatos, torturas, privaciones ilegales de libertad y abusos sexuales no hubo un solo funcionario de las fuerzas de seguridad que resultara imputado o seriamente investigado por la comisión de esos delitos,señala el fiscal general Omar Palermo quien investigó la actuación de los jueces junto a los responsables de delitos de lesa humanidad, y solicitó que se los cite a declaración indagatoria “por omitir ordenar el cese de detenciones ilegales y por encubrir por omisión el deber de denuncia. Lo que también significan delitos de lesa humanidad.

También habrá otros jueces y funcionarios judiciales procesados en la provincia de Chaco y en Córdoba, donde continuó la cuarta jornada del juicio por delitos de lesa humanidad al ex dictador Jose Rafael Videla y donde algunos procesados denunciaron y mostraron aparentes pruebas de la complicidad judicial.