La salud en México debe pagarse con recursos fiscales y alternativas como eliminar las cuotas obrero-patronales a cambio de un impuesto general que financie los servicios médicos, señaló el titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Ángel Córdova Villalobos.

Con ese dinero y una segunda reforma a la ley que creó el Seguro Popular –dijo– se cubrirían todos los tratamientos de padecimientos de alto costo.

El funcionario federal consideró que de esa manera el gobierno federal también podría contar con un fondo extra para enfrentar desastres causados por enfermedades como el dengue, así como para la prevención de otros males emergentes.

En entrevista, luego de la entrega de diplomas a niños que participaron en el programa Sigamos aprendiendo... en el hospital, resaltó que hasta hoy el sector salud absorbe los gastos derivados de emergencias como el incremento del dengue en varios estados de la República, incluidos los afectados por fenómenos meteorológicos, donde se produce acumulación de agua.

Es el caso –precisó– de entidades como Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, golpeadas por el huracán Álex, donde ya se aplican medidas para prevenir la formación de criaderos del mosquito transmisor del mal. Sólo para dichas acciones de prevención y control del dengue en este año la Ssa destinó casi mil millones de pesos, y el funcionario dejó entrever la posibilidad de que se requiera más dinero.

Si fuera el caso, habría necesidad de tomar recursos del presupuesto asignado a otras estrategias. En el caso de los estados afectados por Álex, lo primero es responder, ya después haremos cuentas, señaló.

Indicó que al no existir un fondo de desastres, las dependencias del sector obtienen de ahorros y recortes a otros programas el dinero que hace falta.

Los legisladores rechazaron la creación de dicho fondo durante la discusión del Presupuesto de Egresos 2010. El gobierno federal propuso que se iniciara con 5 mil millones de pesos, y ayer el titular de la Ssa insistió en la necesidad de contar con ese dinero.

Cuestionado sobre el reciente reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el que señala a México como uno de los países con menor inversión en salud, Córdova señaló que desde la creación del Seguro Popular –en 2004– ha habido un aumento de 1.5 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB), con lo que la inversión en el sector es de 6.8 por ciento, y para 2012 será de 7.

Actualmente, 54 por ciento de la inversión es pública y 46 por ciento privada. Hasta 2000, la mayor proporción de los recursos provenía del sector privado, particularmente del bolsillo de las familias.

Sin embargo, el funcionario reconoció la necesidad de aumentar los recursos destinados al sector, sobre todo para la atención de enfermedades de alto costo, para las cuales el dinero todavía es insuficiente. Además de fortalecer las acciones de prevención, planteó la necesidad de una segunda generación de reformas a la Ley General de Salud para modificar la composición del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos.

Dijo que los fondos adicionales podrían provenir de impuestos, porque el objetivo global como nación sería que la salud se pague con recursos fiscales, con opciones como que las empresas dejaran de cubrir cuotas, incluso la correspondiente a los trabajadores, a cambio de un incremento en un impuesto general que se dedicara a la salud. Señaló que otra posibilidad sería aumentar uno o dos puntos porcentuales al IVA (impuesto al valor agregado).

Para ello –precisó– se requiere un trabajo previo, como la integración del sector con acciones como el expediente clínico electrónico, las guías clínicas de atención y la compra consolidada de medicamentos.