Científicos del Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional desarrollaron, con tecnología ciento por ciento mexicana, un brazo robótico de base móvil capaz de desactivar bombas, manipular objetos delicados o peligrosos, con un costo inferior al del mercado internacional y con características superiores a los construidos en Japón o China.

Rafael Castro Linares y Alejandro Rodríguez Ángeles, adscritos al departamento de Ingeniería Eléctrica del centro, construyen un brazo mecánico que podrá desplazarse a 30 metros por minuto, el cual podrá ser operado de tres formas: vía remota alámbrica, inalámbrica y por programación previa, lo que reducirá el riesgo para las personas en caso de tener que realizar alguna actividad peligrosa, como la manipulación de material explosivo.

En un comunicado de prensa, Rodríguez Ángeles destacó que una ventaja de fabricar esta tecnología en México es su precio, pues mientras un robot importado puede costar 3 millones de pesos, uno del país no pasaría de 750 mil.

Con una ventaja adicional, agregó: las refacciones pueden ser adquiridas con mayor facilidad y el mantenimiento, al ser realizado por expertos nacionales, reduciría de manera significativa su precio.

Otra de las funciones del robot es asistir a personas con alguna discapacidad física.

Los investigadores de la sección de mecatrónica también trabajan en la creación de un software amigable, para que cualquier persona pueda programarlo y operarlo, características que no tienen las versiones extranjeras.

La máquina contará con 10 grados de libertad de movimiento: siete en el brazo, lo que le permitirá tener mayor versatilidad a la hora de ejecutar tareas, y tres en la base, lo que lo dotará de movilidad omnidireccional, es decir, que podrá trasladarse en todas direcciones, inclusive girar sobre su propio eje, característica que muy pocos de su categoría tienen.

El robot contará con dos grupos de motores. Su peso será de entre 12 y 15 kilogramos.