Bogotá, 3 de septiembre. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, viajó hoy a la sureña provincia de Caquetá, donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) emboscaron a un grupo de policías la noche del miércoles, con saldo de 14 uniformados muertos, al tiempo que expresó su solidaridad con los familiares de las víctimas y ordenó arreciar el combate contra las guerrillas.

La orden que les he dado a los comandantes, a los jefes de la policía es arreciar, arreciar y arreciar. No podemos bajar la guardia, lo que debemos hacer es confrontar el terrorismo con todo lo que está a nuestro alcance, dijo Santos al cabo de un consejo de seguridad.

El presidente y los altos mandos militares se trasladaron a Caquetá para evaluar la estrategia militar en la zona.

El ministro del Interior, Germán Vargas, advirtió a las guerrillas que el gobierno considera el ataque contra los policías como un delito de lesa humanidad y quecrímenes atroces nunca serán amnistiados ni indultados.

El gobierno ofreció una recompensa de unos 275 mil dólares por informaciones que permitan la captura de quien identificó sólo con el alias de Wilmer, comandante del frente 15 de las FARC, al que se le atribuye ese ataque.

Horas antes, el mandatario colombiano expresó su solidaridad a las familias de las víctimas.

Mi corazón está con las familias de estos héroes de la patria que murieron cumpliendo su deber, policías y soldados, dijo.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, condenó el ataque de las FARC y consideró que mientras el gobierno de Santos se encuentra empeñado en generar un clima propicio para la búsqueda de salidas pacíficas al conflicto, atentados criminales como el ocurrido van en la dirección contraria a este propósito.

Desde la asunción de Santos, el 7 de agosto, no han cesado los operativos de las fuerzas militares contra las guerrillas en todo el país.

Este viernes, 15 insurgentes del Ejército de Liberación Nacional murieron en un bombardeo de la fuerza aérea y el ejército en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.