Guanajuato, 31 de octubre. La capital guanajuatense vive este domingo la resaca de una noche sabatina en la que los cauces de la fiesta y las multitudes de jóvenes en las calles hasta altas horas de la madrugada volvieron a recuperar esa estampa distintiva de lo que ha sido el Festival Internacional Cervantino (FIC) durante sus 30 ediciones, incluso la actual.

Familias completas, cientos de chavos y chavas con lentes oscuros para ocultar los estragos de una noche intensa; numerosos grupos de personas rodeando a mimos, magos, músicos y demás artistas callejeros que se encuentran en las plazas de la ciudad; restaurantes, bares y cantinas, llenos hasta el tope. Así luce hoy Guanajuato hasta ya entrada la tarde.

Desde el mediodía del sábado, cientos de jóvenes se apoderaron de las arterias principales. Cifras de las autoridades estatales indican que desde el viernes arribaron a esta capital 200 autobuses.

Una vez más el carnaval en torno del Cervantino se vivió en pleno, con hordas juveniles que cantaban, saltaban, reían, bebían, echaban desmadre, pues, bajo el resguardo de un operativo policiaco, a cargo de elementos municipales y del estado, mucho más discreto en comparación al de años recientes.

Ya dentro de la programación artística de la fiesta del espíritu pudo observarse también este sábado un giro importante en la respuesta del público, como quedó patente en el Teatro Principal, que se llenó para para disfrutar la intensa lectura que el grupo lituano Meno Fortas Theatre hace durante casi cuatro horas de uno los más conocidos mitos modernos, con la obra Fausto, de Goethe.

Eso mismo ocurrió con el concierto que la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, dirigida por Enrique Bátiz, ofreció por la noche en un repleto teatro Juárez, donde, al finalizar, el público salió desbordante de júbilo.

Así concluye la tercera y penúltima semana del 38 Cervantino, y se perfila hacia su recta final, para concluir el 7 de noviembre.