Kabul, 7 de enero. Un ataque suicida dentro de unos baños públicos en la provincia sureña afgana de Kandahar mató este viernes a 17 personas, entre ellas un comandante de la policía, e hirió a otras 23, informaron autoridades.

Por su parte, al menos cinco personas murieron en un ataque lanzado por un avión no tripulado estadunidense en la región paquistaní de Waziristán del Norte.

“Un kamikaze hizo estallar los explosivos que llevaba alrededor del cuerpo”, declaró el general Abdul Razaq, responsable de la policía fronteriza local.

El ataque, que fue reivindicado por los talibanes, se produjo en la ciudad de Spin Boldak, en el sur de Afganistán, cerca de la frontera de ese país asiático, donde muchos hombres se habían reunido para lavarse antes del tradicional rezo de los viernes.

Junto con el comandante de la policía murieron también dos de sus guardaespaldas, y las demás víctimas fueron civiles.

Hamid Karzai, el presidente afgano, condenó los hechos. Los terroristas en su acto antislámico martirizaron e hirieron a personas que solamente estaban tomando un baño en una concurrida área, dijo en un comunicado.

En tanto, tres soldados de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán murieron este viernes tras la explosión de dos bombas de fabricación casera, en el sur y el este del país.

En Pakistán, cinco personas fallecieron hoy durante el ataque de un avión sin piloto de Estados Unidos que apuntó contra una zona tribal del noroeste de esa nación asiática, informaron autoridades de seguridad local.

Cuatro tiros de misil apuntaron contra una casa y un vehículo en el que se encontraban presuntos rebeldes, en el pueblo de Ghar Laley, situado 35 kilómetros al oeste de Miranash, la principal ciudad de Waziristán del Norte, bastión de los combatientes talibanes.