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Hace falta especializarse para que suba la calidad, estima

Me dijeron que las mujeres en el boxeo no son negocio: Torres
 
Periódico La Jornada
Martes 18 de enero de 2011, p. a11

Ana María Torres tenía 18 años cuando su madre la llevó a un gimnasio en Ciudad Nezahualcóyotl. Un muchacho sangraba de la nariz luego de la práctica y el entrenador le dijo a La Guerrera que el boxeo se trataba de eso: recibir golpes. ¿Eso es lo que quieres para ti?, le preguntaron. La joven no dudó en afirmar que quería hacer una carrera en los cuadriláteros, sin importar lo que tenía que soportar. Ahora es campeona; ella es la que castiga a sus rivales, aunque recibe otra clase de golpes en un deporte que no termina de aceptar a las mujeres.

Hace poco un promotor, Nacho Huízar, le dijo: Las mujeres no son negocio en el boxeo. Fue indignante, exclamó la peleadora, quien fue la primera profesional en ganar una pelea cuando levantaron la prohibición al boxeo femenil en el Distrito Federal, en 1999.

Ahora es campeona del orbe por el Consejo Mundial de Boxeo, y cuya mayor demostración de técnica y fuerza la dio ante una de las mayores exponentes internacionales, la alemana Alesia Graff, a quien venció de forma contundente en la Plaza de Toros México, en septiembre pasado.

Algunos promotores pertenecen a la vieja guardia –explica Torres– y tratan de mantener a sus peleadores sometidos. Me dijeron que no había patrocinadores interesados en mi carrera, recordó. Hoy me apoya una cervecera y varios patrocinios más de importancia.

La púgil de Neza se prepara para defender su título ante la japonesa Naoko Yamaguchi, el próximo sábado 22 de enero. Entrena fuerte en el gimnasio de su propiedad. Golpea las manoplas con la técnica de un artesano y la fuerza de un toro. Lo golpes se escuchan rítmicos y demoledores.

Es verdad –admitió– que el boxeo femenil ha crecido en cantidad, ahora hay más mujeres con guantes. Antes las rivales eran escasas y terminaban enfrentándose siempre entre las mismas boxeadoras. Hoy en cada gimnasio hay algunas peleadoras que practican profesionalmente.

Lo que no ha crecido es en calidad. Las buenas peleadoras pueden contarse con los dedos de la mano; hace falta crecer técnicamente, señala.

A La Guerrera le desagrada que aparezcan boxeadoras que son respaldadas por su aspecto físico, para atraer la atención del público masculino, aun sin tener cualidades deportivas. Es molesto porque existimos peleadoras que llevamos años con trabajo disciplinado, que fuimos pioneras para que se nos tomara en cuenta, sin importar si tenemos o no una cara bonita.

Es necesario, afirmó, que haya más gente especializada en el boxeo femenil. Para que se desarrolle debe existir gente que conozca las condiciones en las que las mujeres entrenan este deporte, las particularidades que exige.