Los Ángeles, 28 de enero. El juicio contra una activista del grupo anti-migrante Minuteman por asesinar a una niña y a su padre, ambos latinos, inició esta semana, pero fue opacado por el atentado en Tucson contra la congresista Gabrielle Giffords.

El periódico La Opinión publicó este viernes que el juicio contra Shawna Forde inició el martes en la Corte de Tucson, Arizona, ciudad que ha sido agobiada por la información sobre el atentado contra Giffords, en el que murieron seis personas y 13 quedaron heridos.

Forde está acusada de planear y ejecutar la muerte de Brisenia Flores, de nueve años, y su papá Raúl, asesinados en el camper en el que vivían en el pueblo de Arivaca, Arizona en mayo de 2009.

La gente aún está encendiendo velas por Cristina y por Gabrielle, pero la muerte de Brisenia ocurrió hace casi dos años y esa muerte no ha llamado tanto la atención, comentó la escritora y periodista Terry Green Sterling, en el blog del Daily Beast.

El caso ha indignado a algunos, en especial a la comunidad latina de Arizona, pero no parece haber acaparado la atención de los medios de comunicación. La cobertura hasta ahora ha sido limitada, anotó el rotativo.

Los que apoyan a Forde han creado una página de Internet en la que la definen como una presa política del Departamento de Seguridad Nacional y víctima de perfil racial.

Los abogados defensores dicen que es inocente y aseguran que ni siquiera estaba en el lugar del crimen. Forde era conocida entre los activistas antinmigrantes y vigilantes por sus actividades dentro del movimiento.

Sus ideas eran de todos conocidas y en el movimiento algunos la consideraban una activista fiel a su causa y otros una lunática que podía perder la cabeza en cualquier momento, indicó el director del Centro para Estudio del Odio y el Extremismo, de la Universidad de California en San Bernardino, Brian Levin.