Santiago de Chile, 18 de abril. Los sonados casos de abuso sexual contra menores en el interior de la Iglesia católica focalizan el escenario mediático en Chile, un país donde más de 70 por ciento de la población profesa esa religión.

El país andino vive un fenómeno inaudito por el levantamiento de los católicos laicos. También otros que no son católicos pero que llegaron a valorar la acción humanitaria de la Iglesia se sienten defraudados y reclaman airados, sostiene el doctor en Teología, Jorge Costadoat, citado por el diario El Mostrador.

Hace ya tiempo que para muchos la Iglesia institucional se volvió odiosa al atribuirse una cierta supremacía moral, agrega el investigador chileno, quien comenta sobre un evidente cisma emocional entre la numerosa feligresía del país sudamericano.

Hay una especie de indignación abierta y masiva, la expresión a voz en cuello de la rabia, la pena y la desafección con las autoridades de la Iglesia, enfatizó.

La crisis eclesial ha alcanzado un punto de no retorno. La Iglesia en Chile no volverá a ser la misma, subrayó Costadoat.

Mientras, el grueso de la prensa chilena destaca en sus recientes ediciones el mea culpa del cardenal y ex arzobispo de Santiago Javier Errázuriz, acusado de proteger al ex sacerdote Fernando Karadima, condenado por el Vaticano por abuso sexual contra menores de edad.

Errázuriz dijo sumarse con toda el alma al perdón ofrecido por la jerarquía de la Iglesia católica chilena la semana anterior.

La incautación del fallo canónico contra Karadima es tema recurrente en los medios locales, atentos a nuevas revelaciones de denuncias que supuestamente también estuvieron bajo el manto de la jerarquía católica.

Por otra parte, en Bélgica ocurre un caso de abuso sexual a menores por día, informó el periódico flamenco Gazet van Antwerpen, con base en información del ministro belga de Justicia, Stefaan de Clerck.

Según el ministro, en 2009 se produjeron 363 casos de abusos sexuales a menores de 10 años, lo cual supone casi un caso al día de este tipo de delitos.

En la primera mitad de 2010 la cifra fue aún más alta, pues fueron 209 casos, sólo en los primeros seis meses del año pasado.