La Procuraduría General de la República (PGR) obtuvo órdenes de aprehensión en contra de 73 integrantes del cártel de Los Zetas implicados en la muerte de de 183 migrantes y cuyos restos fueron sepultados en fosas clandestinas en predios localizados en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, entre marzo y abril de este año.

La Procuraduría General de la República, a través de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo), consignó la averiguación previa relacionada ante un juez federal en materia penal, con sede en Tamaulipas, y el impartidor de justicia consideró que existían elementos para librar el mandamiento judicial por delincuencia organizada, y en contra de algunos de ellos por secuestro, delitos contra la salud y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

La PGR informó que ocho de los 73 presuntos responsables detenidos por la muerte de 183 personas que buscaban emigrar a Estados Unidos fueron enviados desde ayer a prisiones federales, y los otros 65 cumplían medidas de arraigo, situación que se transformará en los siguientes días.

Los indiciados que ya están encarcelados fueron identificados como Édgar René Méndez Acosta, El Barbas; Javier Méndez San Juan, El Tripa; Juan Carlos Tovar Gallegos; Juan Carlos García Cabrera, El Ñoño; Miryam Dinora Pérez Alvarado, La Marrana; César Edgardo Báez Saldívar, La Burra; Gumaro Rivera Flores, El Güero, y Eliseo Eduardo Rivera Flores.

Los primeros cinco fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal el pasado 7 de abril, por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, en tanto que los tres últimos fueron aprehendidos por elementos de la Policía Federal el pasado 4 de marzo en Matamoros, Tamaulipas.

Los varones fueron ingresados al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 5, Oriente, en Villa Aldama, Veracruz, y Miryam Dinora Pérez fue internada en el Cefereso número 4, en Nayarit.

La Jornada dio a conocer el mes pasado que de las 183 víctimas, 120 fueron asesinadas con golpes de objetos semejantes a bates de béisbol o palos, de acuerdo con información obtenida de autoridades federales y estatales que participaron en la investigación.

En su mayoría las víctimas fueron obligadas a descender de los autobuses en que viajaban y tras privarlos de su libertad fueron conducidos a inmuebles abandonados o casas de seguridad de Los Zetas, donde se les cuestionaba si querían sumarse a la organización, y al negarse a ello, eran asesinados, de acuerdo con la información obtenida de funcionarios de la Siedo.

Un total de 120 de los 183 cadáveres fueron trasladados a la ciudad de México, donde se les practicaron reconocimientos mediante identificaciones genéticas. La Unidad Especializada en Investigación de Secuestros de la Siedo realizó ayer la entrega de tres cuerpos más que correspondían a víctimas procedentes de Guanajuato, Querétaro y Guatemala.

Con éstos suman 12 ya los cuerpos que han sido entregados a sus familiares en el Distrito Federal y que fueron identificados a través de estudios periciales, detalles como protocolos de necropsia, perfiles genéticos, dictámenes de odontología, antropología, criminalística de campo, necrodactilia, fotografía y video.