Tuxtla Gutiérrez, Chis. En la cultura política de México nadie hace una ceremonia para aplaudir la construcción de bordos que disminuyen el riesgo de inundaciones, tampoco se levantan placas por el dragado de un río ni se llena una plaza porque se hayan mejorado los indicadores de pobreza, de protección a los derechos humanos de migrantes e indígenas, tampoco porque los niños ya no mueran de diarrea. Pero aquí eso es lo que había que hacer, reconocer los problemas que antes se ocultaban y atenderlos como prioridad, afirma Juan Sabines Guerrero.

Podrá haber quien reclame que aún hay rezagos, ¡por supuesto que los hay!, pero nadie que no reconozca que en todos los indicadores sociales hay una mejoría, conviene el gobernador chiapaneco. En entrevista con La Jornada, Sabines admite que a pesar de los avances, la pobreza extrema sigue siendo el principal problema con el que lidia el estado, lo que justifica, insiste, el enfoque social de su administración.

–Al margen de las estadísticas e indicadores, ¿hay algo que se recrimine?

–Todos los días. Al finalizar la jornada se revisa uno y los errores que se cometen, pero creo que en general hemos tomado las decisiones adecuadas. Nos han faltado, posiblemente, carreteras. No se han hecho tantas como en otras administraciones, aunque el gobierno federal ha hecho muchas, lo que compensa. No alcanza para todo, y la priorización de este gobierno ha sido la salud, la educación y el ingreso de la gente. Tal vez lo que me recrimine es no haberme deshecho del equipo Jaguares (adquirido en la administración de Pablo Salazar) desde el principio; nos costó mucho dinero que el gobierno no tenía por qué pagar.

–Los problemas en Chiapas han sido históricamente los mismos, ¿qué decidió una política diferente?

–Uno no sabe de todo. No hay una escuela para ser gobernador. Hay que aprender a escuchar y adoptar las mejores prácticas que, estoy convencido, están en la Organización de las Naciones Unidas. Aquí en Chiapas hay siete agencias de la ONU. Ellos han vivido en el mundo las peores situaciones de pandemias, desastres, rezago educativo, migración, que ellos nos digan cómo.

–Parece un esfuerzo aislado.

–Si el gobierno federal no cuenta con un esfuerzo local, no vamos a resolver los poblemas de fondo. Se requiere ir en un mismo sentido. Y lo que nos convoca a todos y en donde no puede haber mayor discusión es en lo que propone la ONU, especialmente en el tema de pobreza y derechos humanos.

–Pero parece que eso no reditúa en términos políticos.

–Pues sí, las tuberías no se inauguran, pocos aplauden un relleno sanitario o las obras de prevención. Se renuncia posiblemente a esa parte, al reconocimiento por construir un puentote, una gran autopista, pero aquí, en cinco años, duplicamos el número de camas que había en toda la historia del estado y casi duplicamos el número de hospitales y centros de salud en prácticamente todos los municipios. Ese va a ser el legado de esta administración, donde los niños ya no mueran de diarrea ni en un parto. Antes, sólo 78 municipios tenían preparatoria, hoy tienen todos; sólo 12 tenían educación superior, y hoy tienen 24... ese es el legado, educación, salud y protección a los derechos humanos.

–Este último tema es gravísimo en el estado, especialmente en lo que toca a migrantes.

–La nueva Ley de Migración es un gran avance e incorpora muchos elementos que ya se aplicaban aquí. El tráfico de migrantes es, lo ha dicho el presidente Felipe Calderón, un negocio tan redituable como el tráfico de drogas y del que se benefician, entre otros, autoridades locales. Había que empezar por reconocer lo que otras administraciones ocultaban, en las que se criminalizaba al migrante como una estrategia para encarecer el tráfico. Nosotros reconocimos que en el estado hay trata de personas. La hay y es vergonzoso para el país entero. La estamos combatiendo. Hay 47 personas detenidas y tres sentencias ganadas ante un juez federal.

–¿Se trata del problema más grande del estado?

Educación, salud y protección a los derechos humanos será mi legado, asegura Juan SabinesFoto Marco Peláez

–Es, quizá, el de más alta trascendencia a escala mundial, por eso la Ley de Migración es un avance, pero no el único. Aquí ya tenemos una Comisión de Protección a los Derechos Humanos de los Migrantes, una fiscalía en la que pueden denunciar. Sabemos que la migración no se resuelve con armas o paredes, hay que entenderla. Nosotros buscamos, incluso, eliminar la visa en la frontera sur para que el migrante deje de recurrir al traficante. Que el país de origen emita una cédula, aquí un permiso. Eso daría mayor seguridad al migrante y certeza al país de origen, al de tránsito y al de destino.

–Otro tema que usted destaca es el de la pobreza, ¿cómo afecta éste a la comunidades indígenas?

–Los pueblos indígenas demandan autodeterminación y salir de la pobreza extrema. El indicador generalizado en el mundo es el índice de desarrollo humano, aunque ahora funcionarios del gobierno federal proponen una medición multidimensional de la pobreza. Con todo respeto, son pobretólogos de escritorio, porque no conocen nuestra realidad. En 2005, Chiapas estaba en el último lugar del índice de desarrollo humano. A raíz del levantamiento del EZLN ha habido muchos recursos, pero, sin culpar a nadie, creo que había faltado estrategia. La postura de este gobierno fue adoptar los Objetivos del Milenio de la ONU y apostarle al desarrollo social. Con ello, los más pobres han dejado el sótano de la pobreza. 

No quiere decir que hayan dejado de ser pobres; dejan de vivir en pobreza extrema, de acuerdo con el índice de desarrollo humano. En municipios como Santiago del Pinar, hoy toda la población tiene acceso a la salud, el cien por ciento de los niños cuenta con acceso a la educación hasta nivel preparatoria, además de que percibe mejores ingresos al controlar la producción y venta del café que cosechan.

–¿Cuál es la inversión en los 28 municipios más pobres?

–El gobierno anterior invirtió, en seis años, alrededor de 300 millones de pesos. Nosotros en 2010 invertimos más de 2 mil 800 millones, pero con la estrategia de cumplir con los Objetivos del Milenio. Si alguien me dice que hay un modelo mejor, lo discutimos, mientras tanto nos regimos por principios mundialmente aceptados.

“Hemos pasado de ser el último lugar en muerte materno infantil, al séptimo. Somos, también de acuerdo con el IMSS, el primer lugar en generación de empleo y el último en desocupación. Falta, claro, que los salarios se incrementen. Los indicadores nos son favorables respecto de como estábamos en 2005 y como estamos ahora.

–¿Cómo se han afectado otros municipios en situación de menor pobreza?

–Ha habido sacrificios en otros municipios donde también hay pobreza extrema no tan marcada. Conforman un nuevo paquete de municipios pobres al que ahora se le dará prioridad.

–Chiapas era conocido por violar derechos de indígenas.

–El estado siempre fue señalado por violar los derechos humanos de los pueblos indígenas, por encarcelarlos. Después de la persecución de que fueron objeto en la administración anterior, buscamos una reconciliación general. Ahora hay más de mil 100 excarcelados, 80 por ciento indígenas. Hoy no hay un solo miembro de base de apoyo encarcelado.

–¿Cesaron los enfrentamientos?

–No significa que no haya quejas, pero Chiapas era conocido porque en enfrentamientos entre pueblos indígenas había muertos diario. Hoy podrá haber quejas, pero no muertos. Hemos buscado la distensión, sin ocultar que hay conflictos por tierras, pero en general, Chiapas ya no es noticia por indígenas muertos.

–Con la mayor parte del sexenio andado, ¿dónde se ve en unos meses?

–Soy el primer gobernador que recorre todo el estado. En esta administración Chiapas ha recibido reconocimientos que nunca había tenido. Hemos renunciado a la política nacional.  No he ido a un solo acto de proselitismo, aun cuando tenga simpatía personal por algún candidato. Estoy casado con Chiapas al cien por ciento, hasta el último día de mi mandato.