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En el ejido San Marcos Avilés han sufrido meses el acoso de oficialistas

Reportan hostigamiento creciente contra bases de apoyo zapatistas

Temen que pueda desencadenarse en breve una agresión armada

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Zapatistas en Oventic, en febrero de 2001Foto José Carlo González
Enviado
Periódico La Jornada
Domingo 3 de julio de 2011, p. 21

San Cristóbal de las Casas, 2 de julio. Las bases de apoyo del EZLN en el ejido San Marcos Avilés, municipio de Sitalá, se encuentran en una situación alarmante. Tras meses de amenazas, agresiones y despojos por parte de grupos vinculados a los tres partidos que comparten el poder institucional en la región tzeltal, ahora hay riesgo de una agresión armada, pues los hostigadores han hecho acopio de rifles y pistolas, muchas proporcionadas por Ernesto López Núñez, ex policía del vecino municipio de Chilón.

La junta de buen gobierno (JBG) Corazón céntrico de los zapatistas delante del mundo, del caracol de Oventic, dio a conocer una detallada denuncia de la situación en San Marcos. Desde el año pasado, expone, nuestros compañeros están viviendo una situación muy difícil, causada por personas de los diferentes partidos políticos y autoridades de la misma comunidad.

Las amenazas de muerte, hostigamientos, despojos de tierras cultivadas y desalojos comenzaron el año pasado, por el hecho de empezar una educación autónoma del pueblo. Un zapatista fue detenido en agosto de 2010, y obligado a firmar un documento para renunciar en la organización; nuestro compañero se negó, pero recibió tantas amenazas y groserías. También dijeron que van a quitar sus tierras a los zapatistas.

El 24 y 25 de agosto les arrebataron tierras que tienen compradas hace más de 10 años. Los despojaron de 31 hectáreas, en diferentes lugares del mismo ejido, con 5 mil 850 matas de café, 10 hectáreas de milpa, frijolares, ganado, seis caballos y tres casas”. El 9 de septiembre los zapatistas fueron desplazados y después de 33 días en el monte regresaron el 12 de octubre. Sus casas y pertenencias habían sido saqueadas y todos sus cultivos destruidos.

El 2 de enero, las autoridades oficiales de San Marcos pretendieron obligar a los zapatistas en resistencia a pagar el impuesto de luz eléctrica y los amenazaron con desplazarlos nuevamente. El 8 de febrero las autoridades de diferentes partidos quisieron cobrarles el predial.

El 13 de febrero, el ex policía López Núñez reclamó infundadamente como suyo un terreno de las bases del EZLN. A partir de esa fecha la gente de los partidos PRI, PRD y PVEM empezó a rentar el terreno a personas de los ejidos Tzajalá y Progreso, y también ocho hectáreas que pertenecen por derecho ejidal a los zapatistas. El 17 de febrero las autoridades oficiales intentaron pagar el impuesto del terreno en la Hacienda de Chilón, y ésta les pidió un documento firmado por los zapatistas donde diga que no van a pagar. A los oficialistas no les pareció bien y juntaron sus dineros para pagar, con el fin de que los terrenos de nuestras bases queden en manos de ellos.

El 25 de febrero, los zapatistas llegaron a trabajar en sus cafetales, mientras 30 de sus agresores se reunieron para tomar acuerdos, y al otro día llegaron al cafetal, armados, amenazando y burlándose de la JBG y de nuestros compañeros. También ofrecieron a la venta el cafetal a 14 mil pesos por hectárea, para comprar más armas de fuego.

El 6 de abril se instaló en la comunidad un campamento civil por la paz, y de inmediato los observadores fueron amenazados. Desde fines de marzo los agresores han trabajado las parcelas de nuestros compañeros y han tumbado milpas, cañas, árboles, platanales, cafetales, monte para preparar milpas. Los observadores han documentado la presencia de la Policía Federal en la comunidad en repetidas ocasiones con el pretexto de observar a los dos grupos.

El 20 de abril hubo disparos, mientras seguían las amenazas y las ocupaciones de tierras zapatistas. El grupo armado de 30 agresores de diferentes partidos se reúnen continuamente para planear acciones contra los internacionales, y dicen que no tienen miedo de hacer lo necesario para deshacerse de los observadores. Todos los trabajos que realizan las bases de apoyo zapatista son destruidos. El 24 de abril, Abraham Kanté López, del PRI, dijo a los zapatistas que los mataría si recogían leña o recogían maíz de sus propias tieras. El 25 de abril, el priísta Manuel Díaz Ruiz ocupó una milpa de cinco hectáreas que pertenece a un zapatista.

La JBG confirmó que los agresores cuentan con al menos 30 armas de diferentes calibres. El 21 de mayo, mujeres partidistas acusaron de robo a los observadores, cuando unos funcionarios llegaron a repartir migajas del mal gobierno en Yokjá y fueron asaltados por un grupo de enmascarados.

El 22 de mayo los dirigentes del grupo agresor José Cruz Hernández, Ernesto Méndez Gutiérrez, José Guadalupe Kante Gómez, Domingo Ruiz Pérez, Alejandro Núñez Ruiz y Genaro Vázquez Gómez se reunieron a la orilla de la carretera en una tiendita, todos con armas de fuego. Lorenzo Ruiz Gómez, Carlos Ruiz Gómez y Ernesto López Núñez llegaron a la casa del zapatista Lorenzo Velasco Mendoza, cuando su esposa se dio cuenta le gritó a Lorenzo y los agresores huyeron. Su objetivo era violar a la compañera y agarrar a los observadores.

El 3 de junio fue quemado el terreno de Sebastián Ruiz López. Su plan era que las bases de apoyo fueran a apagar el incendio y de ahí empezar un enfrentamiento, apunta la JBG. El mismo día, 20 hombres armados taparon el camino. El día 5 los dirigentes partidarios levantaron una acta de acuerdo dirigida al jefe militar de Ocosingo, Fernando Martínez, para solicitar soldados, porque ellos ya hicieron todo lo posible para acabar con los compañeros, pero no han podido. Ese día, los dirigentes de los agresores fueron a Sitalá y San Joaquín para buscar a unas personas que son asesinos para asesinar a nuestros compañeros.

El 13 de junio comenzaron patrullajes militares en la carretera que va a Tacuba. El día 18, un grupo de bases de apoyo fue perseguido por Lorenzo Ruiz Gómez, originario de San Marcos y Vicente Ruiz Pérez, de Tacuba Nueva. El 25 de junio, los agresores armados rondaron la casa de Juan Velasco Aguilar a la una de la mañana. El día 30 se presenta un equipo de delegados del gobierno del estado, hablaron con el comisariado, y anunciaron que volverían hoy sábado, no se sabe cual sería el objetivo.

Ni las bases de apoyo ni la JBG han respondido de manera violenta ni con hechos ni con palabras, porque los zapatistas somos gente de razón y principios y no queremos enfrentamos con nuestros propios hermanos indígenas, pero los malos gobernantes buscan a toda costa que nos veamos como enemigos y nos matemos, sostienen las autoridades autónomas.

Comunicado íntegro de la JBG.