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Mala, la salud de Noriega
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Manuel Antonio Noriega recibió atención médica durante los primeros días que ha pasado en prisión desde que fue extraditado por Francia el pasado domingo, informó ayer el Ministerio de Gobierno panameño. Los primeros informes médicos aseguran que el ex militar tiene hipertensión arterial, accidente cerebrovascular, úlcera péptica y rinitis alérgica. En la imagen, el ex jefe de las Fuerzas de Defensa tras ingresar en el penal El RenacerFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 15 de diciembre de 2011, p. 33

Panama, 14 de diciembre. El ex jefe de las desarticuladas Fuerzas de Defensa de Panamá, Manuel Antonio Noriega, recibió las primeras atenciones médicas durante los primeras días que ha pasado en prisión desde que fue extraditado por Francia el pasado domingo, informó el Ministerio de Gobierno panameño.

Los primeros informes médicos aseguran que Noriega tiene hipertensión arterial, accidente cerebro vascular, úlcera péptica y rinitis alérgica, según un comunicado.

Además, producto de las secuelas del accidente cerebro vascular tiene movilidad disminuida, lo que no impide que el ex dictador se desplace y realice su aseo personal dentro de sus posibilidades

Noriega, de 77 años, está recluído en la cárcel de El Renacer (25 kilómetros al noroeste de la capital panameña), a orillas del canal, desde que el domingo fuero encarcelado tras ser extraditado por Francia a Panamá, país que lo reclamó para que cumplia tres condenas de 20 años por desaparición de opositores.

Al ex general capturado por Estados Unidos durante la invasión que realizó en diciembre de 1989 también se le sometió a evaluación siquiátrica y fue visitado por un nutricionista, que recomendó una dieta especial baja en sodio y grasas.

Tras purgar 22 años en prisiones de Estados Unidos y Francia por narcotráfico, un avejentado Noriega regresó el domingo a su país en silla de ruedas.

El retorno de Noriega, quien fue un agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) entre 1968 y 1986 cuando Centroamérica era escenario de guerras civiles, evocó amargos recuerdos por la cruenta invasión estadunidense que lo derrocó el 20 de diciembre de 1989, así como de sus antiguos opositores.

A pesar de las condenas el propio presidente panameño, Ricardo Martinelli, reconoció en días pasados que debido a su edad y estado de salud Noriega podría verse beneficiado por alguna medida cautelar de prisión domiciliaria.