Madrid, 17 de diciembre. La izquierda separatista radical vasca dio un paso más en la normalización política y decidió tener su primer gesto público en cuatro décadas de historia hacia las víctimas y familiares de la violencia ejercida en los últimos años por la organización separatista ETA.

En un acto en San Sebastián, arropadas por todas las fuerzas del Acuerdo de Gernika –mapa de ruta del proceso de paz–, expresaron su pesar por el dolor y el sufrimiento, y también recordaron la violencia de los estados español y francés, en muchos casos a través de grupos paramilitares financiados con fondos públicos y que perpetraron un cúmulo de actos de terrorismo de Estado.

El responsable de dar lectura al comunicado fue Rufi Exteberria, considerado el sucesor de Arnaldo Otegi –quien se encuentra en prisión, cumpliendo una condena de 10 años por su supuesta vinculación al grupo armado–. El documento está firmado por las decenas de organizaciones, asociaciones y formaciones políticas y sindicales que han suscrito el Acuerdo de Gernika, pacto que nació el 25 de septiembre de 2010 con el propósito de tejer la paz definitiva para la región.

Hemos tenido siempre claro que era importante reconocer y abordar el sufrimiento de todas las víctimas de todas las violencias como elemento necesario para avanzar en la superación del conflicto que las ha originado, explicaron, y añadieron que las víctimas de todas las violencias deben ser tratadas igual, sin distinciones ni categorías, teniendo en cuenta las desigualdades de género. El dolor y el sufrimiento de cada cual no se puede ni se debe medir. Las víctimas no son más o menos víctimas en función de cuál haya sido el origen de la violencia sufrida, son víctimas porque han sufrido violencia. Es la vulneración de sus derechos humanos más elementales quien las ha hecho víctimas.

Este gesto ocurre en un momento histórico en el País Vasco: ETA decretó el pasado 20 de octubre un cese definitivo de la violencia, además de que se han constituido una Comisión Internacional de Verificación y una Plataforma Mundial de Apoyo al Diálogo, encabezada por el ex secretario general de la ONU Kofi Annan. El diálogo se encuentro en un momento de impasse, a la espera de que se forme el nuevo gobierno español, tras la mayoría absoluta del derechista Partido Popular (PP) en los comicios del 20 de noviembre pasado.

El futuro mandatario, Mariano Rajoy, de derecha, será el responsable de activar los contactos con el entorno de ETA y con los agentes políticos y sociales implicados en el proceso de paz.

Reconocemos el dolor y el sufrimiento que las múltiples violencias han producido en Euskal Herria y mostramos nuestro pesar a los familiares de las víctimas mortales y a todas aquellas personas que han padecido lesiones físicas o síquicas provocadas tanto por la violencia de ETA como por las estrategias represivas y de guerra sucia de los estados español y francés, advierten en el comunicado, que insiste en que los hechos han ocurrido en el contexto de una confrontación armada.

Si deseamos construir una paz justa y duradera es crucial reconocer todo el sufrimiento padecido y mostrar un compromiso y una voluntad clara por cicatrizar las heridas abiertas en nuestro Pueblo. Nuestro compromiso es firme y así lo mostramos, añade.

La izquierda abertzale se muestra partidaria de reparar el daño causado, por lo que propone la adopción de un conjunto de medidas, individuales y colectivas, orientadas a restituir los derechos vulnerados de las víctimas y mejorar su situación. Tenemos que incentivar medidas de todo tipo, incluidas políticas, que impidan que se repitan situaciones de utilización de la violencia y de vulneración de derechos.