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Localizan dos cadáveres en una cabina cerca de la popa; la cifra de muertos llega a cinco

Rescatan a pareja de recién casados y a un tripulante del crucero Costa Concordia

Baja a 17 el número de desaparecidos; el capitán, acusado de homicidio múltiple y abandono del navío

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Rescatistas acuden al auxilio de los pasajeros del crucero Costa Concordia que encalló el viernes pasadoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 16 de enero de 2012, p. 24

Roma, 15 de enero. Una pareja de sudcoreanos recién casada y un tripulante herido fueron rescatados hoy del crucero Costa Concordia que encalló el viernes pasado con 4 mil 229 personas a bordo en la costa occidental de Italia, mientras el número de muertos ascendió a cinco.

Los equipos de salvamento indicaron que la pareja sudcorena se encontraba de luna de miel y que el tercer rescatado es uno de los tripulantes, identificado como el oficial Marrico Giampetroni, quien sufre fracturas en una pierna pero no corre peligro.

Siempre confié en que sería salvado. Viví una pesadilla de 36 horas, dijo Giampetroni.

Además, buzos localizaron dos cadáveres en una cabina ubicada en la popa, que quedó inundada tras el choque contra una roca, ocurrido en la costa toscana cerca de la isla de Giglio. Se trató de dos hombres mayores, de nacionalidad aún desconocida, que llevaban puestos los chalecos salvavidas.

Con ellos, el número oficial de fallecidos aumentó a cinco. Los otros tres eran dos turistas franceses y un tripulante peruano.

El presidente de la región de Toscana, Enrico Rossi, declaró que el balance de desaparecidos fue reducido a 17, luego que se habló hasta de 60 extraviados.

Los bomberos explicaron que las búsquedas en el Costa Concordia son difíciles por la inclinación del barco, que está recostado sobre uno de sus flancos y semisumergido.

Toda una serie de obstáculos bloquean el paso: puertas, escaleras rotas y mobiliario amontonado.

Hasta la tarde de este domingo en Italia, de la parte sumergida del barco apenas se había registrado una cuarta parte. Es una ciudad flotante y eso lo hace más difícil, explicó Luca Cari, vocero de los rescatistas de Giglio.

A la espera de encontrar más sobrevivientes, creció la polémica sobre la responsabilidad del comandante, encarcelado el sábado.

El crucero de lujo de casi 300 metros de eslora naufragó el viernes por la noche tras impactar contra una roca hacia las 21:30 con 4 mil 229 personas a bordo: más de 3 mil turistas de 60 nacionalidades y un millar de miembros de la tripulación. La nave zarpó del puerto de Civitavecchia, se dirigía al Savona, y tenía previsto hacer escala en Palermo, Cagliari, Palma de Mallorca, Barcelona y Marsella, antes de volver a Civitavecchia.

El fiscal de Grosseto, Francesco Verusio, confirmó que el comandante Francesco Schettino abandonó el barco mucho antes de que fueran desalojados todos los pasajeros. Además, se acercó de forma torpe a la isla de Giglio e impactó contra una roca que se encastró en el lado izquierdo, haciendo inclinar el barco, lo que provocó la entada de gran cantidad de agua en sólo dos o tres minutos.

Algunos testigos señalaron que el crucero estaba haciendo una maniobra llamada l’inchino (reverencia) en italiano, con todas las luces y las sirenas activadas, para saludar a los 800 habitantes de la isla de Giglio.

Costa Cruceros, compañía propietaria del Costa Concordia, acusó este domingo al comandante del barco de homicidio múltiple, abandono del navío y haber cometido errores en la ruta del crucero, además de que el juicio del capitán en el manejo de la emergencia parece no haber seguido los procedimientos normales de Costa.

Las informaciones recabadas apuntan a que el capitán maniobró para acercar el barco al puerto de la isla hasta finalmente volcar, a unos 50 metros de la orilla.

La caja negra con los datos sobre la trayectoria fue encontrada este domingo, y se espera que arroje luz sobre ese punto.

Muchos describieron escenas de pánico, que evocaron la tragedia del Titanic, en referencia a los empujones entre los turistas para intentar subir a los botes de salvamento, en medio de gritos y llanto. Según esos testimonios, algunos se pelearon por los chalecos salvavidas.

En medio de la histeria, decenas de pasajeros se echaron al agua, lo que explica por qué entre los cerca de 40 heridos muchos tienen fracturas.