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Arruinan el tránsito de las personas en el Centro Histórico, dice

Los chorizos de Rivelino son espantosos; no es arte: Tibol

La especialista expresa a La Jornada su vergüenza e indignación por la manera en que Marcelo Ebrard y Elena Cepeda celebran esa cosa

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Aspectos de la instalación Raíces, de Rivelino, emplazada en varios edificios y monumentos del Centro Histórico de la ciudad de México, así como en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, hasta sumar 14 espacios públicosFoto Marco Peláez y Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Sábado 28 de enero de 2012, p. 5

Eso no es arte, es una porquería, espetó ayer, tajante, la especialista Raquel Tibol respecto de la instalación Raíces, del jaliscience Rivelino, que desde el pasado 18 de enero está emplazada en diversos espacios públicos y monumentos históricos de la ciudad de México.

“Algo así no entra en consideración de arte; son cosas que (el autor) armó de lo que, en Estados Unidos, se llamó pop art, en el cual había escultura blanda, pero era muy ingeniosa”, sostuvo la reconocida crítica de arte en entrevista con La Jornada.

“Y ésta (de Raíces) es sumamente desagradable, ofende a la vista, además de que arruina el tránsito de la gente por el Centro Histórico, que tiene cierta gracia y sentido, algo de lo que carece esa cosa a la que le llaman instalación artística.”

Raquel Tibol externó su vergüenza e indignación por la manera en la que los principales funcionarios del gobierno capitalino, comenzando por Marcelo Ebrard y la secretaria de Cultura, Elena Cepeda, han aparecido en diversos medios de comunicación celebrando esas cosas espantosas, póngalo así, esas cosas; eso no es arte.

Y agregó: No sé qué clase de influencias tenga Rivelino, que le permiten colgarse de edificios históricos para arruinarlos con esos chorizos de tela que son repugnantes.

Según la especialista, sobran en la capital de la República y el resto del país artistas con renombre, trayectoria y méritos suficientes que han buscado exponer o difundir su obra en lugares públicos y a los cuales se les ponen muchas trabas o de plano se les impide.

Entre ellos, mencionó a Carlos Gutiérrez Angulo, quien vive en Huixquilucan, a cuyo formidable trabajo, tanto en pintura como en instalaciones, hecho a partir de cenizas y otros materiales, siempre se le dificulta conseguir dónde ser exhibido.

De acuerdo con Raquel Tibol, Raíces representa asimismo una ofensa a los edificios y monumentos históricos en torno de y sobre los cuales fue emplazada la instalación.

Los edificios históricos deben cuidarse en el valor que tienen desde el punto de vista de su antigüedad, recalcó, pero también en el de su estética, pues la mayoría de ellos poseen ese notable elemento.

Ésta es la segunda exhibición que Rivelino monta en espacios públicos de la ciudad de México. La anterior, Nuestros silencios, integrada por una serie de once esculturas gigantescas, la mayoría de cabezas humanas, permaneció en el Zócalo del 26 de octubre al 18 de noviembre de 2011.

Con un costo de 8 millones de pesos, que a decir del autor provienen de apoyos de la iniciativa privada, la instalación Raíces, en tanto, consiste en una colosal estructura en forma de intestino o raíz vegetal de más de mil 200 metros de extensión y 10 toneladas de peso que se conecta de forma intermitente en 14 espacios públicos emblemáticos de la capital del país.

Los espacios son la zona arqueológica de Tlatelolco, la Plaza de las Tres Culturas, la iglesia de Santiago y el Colegio de la Santa Cruz, que se encuentran en la misma zona; la Colección Andrés Blaisten, el Centro Cultural Tlatelolco, y el Monumento a la Revolución.

De igual manera, la estación Hidalgo del Metro, el Centro Cultural José Martí, el Museo Franz Mayer, el ex Convento de Corpus Christi, el Palacio de Bellas Artes, el Museo Nacional de Arte y la estatua de bronce en honor de Carlos IV de España, diseñada por Manuel Tolsá, conocida como El caballito.

En palabras del escultor jalisciense, nacido en 1973, esta instalación es un recordatorio de nuestro pasado, un viaje por nuestra historia y patrimonio.

La finalidad del proyecto es vincular espacios artísticos de la capital con la historia del país para hablar de arte e identidad, del pasado y el presente que han marcado la vida de los mexicanos, según explicó el autor en entrevista con este diario, el pasado 16 de enero.

A su decir, las obras en espacios públicos adquieren sentido cuando son útiles a la comunidad, porque es otra forma de acercar a la sociedad a nuestros orígenes y al arte contemporáneo.

Los elementos externos que conforman la raíz creada por Rivelino están realizados a partir de fibra de vidrio y espuma de poliuretano; el interior está hecho principalmente de estructura metálica con malla de acero, y algunos segmentos se componen de tubos corrugados de polietileno de alta densidad de seis metros de longitud cada uno.