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En la repleta Arena Ciudad de México, obtuvo el cetro interino superligero de la OMB

Ganó, pero la dinamita de Márquez fue congelada por el escurridizo Fedchenko
 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de abril de 2012, p. a35

Juan Manuel Dinamita Márquez ganó como se esperaba, pero la víctima no fue fácil. El ucraniano Sergey Fedchenko no terminó en la lona, la pelea se extendió hasta los 12 asaltos y se definió por decisión unánime en la Arena Ciudad de México, donde se impuso, según dijeron los organizadores, un récord de entrada, con 22 mil 462 asistentes.

Nadie sabía lo que traía el ucraniano, ni siquiera el propio Márquez. El mánager Ignacio Beristáin tampoco conocía demasiado, si acaso, dijo, lo que había visto en Internet. Ese enigma terminó por complicarle la fiesta al Dinamita, la noche de su regreso a la ciudad de México, después de 18 años de ausencia, para ganar el cetro interino superligero de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

El ucraniano subió al cuadrilátero. Su mirada azul e inexpresiva se dirigía hacia ninguna parte, como tratando de concentrarse en un plan que sólo él sabía.

Márquez, en cambio, era el festejado, en medio del espectáculo cursi y pretencioso musicalizado con Carmina Burana y videoclips épicos.

El primer capítulo parecía el clásico episodio de estudio. Transcurrió el tiempo, Márquez no se encontraba, caminaba con la precisión que lo distingue, mantenía su guardia clásica y, sobre todo, tiraba las combinaciones perfectas con las que ha cimbrado a sus rivales, pero Márquez no era Márquez, al menos no el que ha dado esos espectáculos memorables ante rivales como Manny Pacquiao o Joel Casamayor.

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Se esperaba que Juan Manuel Márquez noqueara, pero finalmente triunfó por decisión unánimeFoto Roberto García Ortiz

Fedchenko, deslucido, pálido como su color de piel y como su estilo de boxeo: titubeante, con guardia hosca y movimientos poco agraciados. Algo sí hacía bien: eludir los embates de un rival con mejores recursos.

Y ese estilo sin estilo fue suficiente para complicarle la pelea a Márquez. El dominio fue absoluto, pero lo que todos esperaban, un nocaut contundente, dramático y efectivo, nunca llegó.

En el sexto asalto, Márquez por fin parecía que entraba al combate; sin embargo, Fedchenko sobrevivió con la cintura ágil y la guardia desesperada.

La afición empezó a presionar, amable, con un Cielito lindo a coro para que Márquez les cumpliera el gusto. Y respondió buscando la presa, pero Fedchenko terminó por meter una zurda que sorprendió a todos.

Poco a poco, la gente empezó a desesperarse. Era evidente que la ventaja era del Dinamita. El décimo asalto fue el más emotivo. Márquez parecía que liquidaría al ucraniano, después de mucho castigo, pero Fedchenko fue escurridizo. Los últimos segundos, el europeo recibió ráfagas de golpes, con los pies tambaleantes resistió y no cayó a la lona.